"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 28 de noviembre de 2016

Un juego sorprendente - '... del amor y la locura'... descubriendo virtudes, defectos y sentimientos

"El hombre ama no porque le sea ventajoso amar a éste o a aquellos, sino porque el amor es la esencia de su alma, porque no puede no amar."
León Tolstói - novelista ruso (1828-1910)

Quiero compartir un relato, -que circula desde hace tiempo en las redes-, de autor anónimo, pero insistentemente atribuído al escritor uruguayo Mario Benedetti, que resulta ser un interesante paseo por las virtudes, defectos y sentimientos del ser humano, en el que tal vez podremos encontrarnos identificados.

'Cuentan que una vez se reunieron en algún lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso, vamos a jugar a las escondidas!. La Intriga levantó la ceja intrigada, y la Curiosidad sin poder contenerse le preguntó: ¿a las escondidas? y ... ¿cómo es eso? ...

Es un juego, explicó la Locura, yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El Entusiasmo, bailó entusiasmado, secundado por la Euforia. La Alegría dió tantos saltos que terminó convenciendo a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba hacer nada. Pero no todos querían participar. La Verdad prefirió no esconderse, ... ¿para qué?, ... si al final siempre la hallaban. Y la Soberbio opinó que era un juego muy tonto, (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella), ... y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

'Uno, dos, tres, ...', comenzó a contar la Locura. La primera en esconderse fue la Pereza, como siempre tan perezosa, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo, y la envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, quien con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La Generosidad casi no alcanzó a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, ... que si un lago cristalino, para la Belleza, que si una hendida en un árbol, perfecta para la Timidez, que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad, que si una ráfaga de viento, magnífico para la Libertad. Y así terminó por acurrucarse en un rayito de sol. El Egoísmo en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, aireado, cómodo, ... pero sólo para él. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos, ... (mentira se escondió detrás del arco iris). La Pasión y el Deseo se escondieron en el centro de los volcanes. El Olvido, ... se me olvidó donde se escondió el Olvido, pero eso no es lo más importante.

La locura contaba ya novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve, y el Amor no había encontrado todavía sitio para esconderse entre las flores. 'Un millón' contó la Locura, y comenzó a buscar. La primera en encontrar fue a la Pereza, ... a solo tres pasos detrás de unas piedras. Después se escuchó la Fe discutiendo con Dios sobre Teología, y a la Pasión y al Deseo los sintió vibrar entre los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y claro, pudo deducir donde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el sólo salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza y con la Duda resultó ser más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún donde esconderse. Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca, ... a la Angustia en una oscura cueva ...
A la Mentira detrás del arco iris, (mentira, ... en el fondo del mar). Hasta al Olvido, quien ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero el Amor no aparecía por ningún sitio. La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y pensó: 'El Amor siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas.' Tomó una horquilla y comenzó a sacudir las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó: las espinas habían herido los ojos del Amor. La Locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, ... rogó, ... pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez en la tierra se jugó a las escondidas, el Amor es ciego, ... y la Locura siempre lo acompaña.' 
... ...

Un juego sorprendente que deseo hayan disfrutado, los comentarios corren por cuenta de quienes lo lean, las reflexiones tambien.

"Sólo los cuerdos aman con locura.” 
José Narosky - escribano y escritor argentino contemporáneo
  

viernes, 25 de noviembre de 2016

'El último orejón del tarro' - ... más que una frase popular

"De refranes y cantares tiene el pueblo mil millares." - refrán

Muchas veces sentimos que el entorno, las circunstancias, la vida misma nos excluyen, nos postergan, no sólo es percibido como algo personal, también a veces el sentimiento nos alcanza con respecto a nuestro país, y no encontramos la manera de modificar tal situación pues no está en nuestras manos hacerlo.

Cuántas veces deseamos presenciar un espectáculo de algún artista, pero nuestro país no está contemplado en el itinerario de la gira que realiza el artista y aunque entendemos que nuestra pequeñez lo justificaría, nos sentimos defraudados. Seguramente en más de una oportunidad habremos estado en una reunión viendo como el mozo que lleva las bandejas de bebidas o bocados para servir no llega hasta donde nosotros estamos, y en la siguiente recorrida en lugar de comenzar por donde quedó en la vuelta anterior repite idéntico recorrido, por lo que a nosotros jamás nos llega algo para probar, como si allí no estuviéramos.

En ocasiones hacemos fila, ordenada y pacientemente esperamos para hacer un trámite hasta que por motivos ajenos nos cambian el lugar de espera, pasa el recién llegado, debiendo sumarnos al final de otras personas sin que se respete el lugar que teníamos ni el tiempo que allí llevamos, lo que nos enoja sobremanera.

Cuántas veces participamos en alguna reunión  social o de trabajo y nos encontramos en la incómoda situación de ver que quien habla ni siguiera dirige la vista hacia donde nos encontramos como si no estuviéramos presentes en el lugar, o lo que es peor nos encargan tareas complejas por las que luego no somos tomados en cuenta para reconocimiento que otros reciben, y seguramente a poco que nos detengamos a pensar encontraremos otras situaciones, en las que nos sentimos invisibilizados, desvalorizados, perjudicados, ignorados.

Y allí espontánea surge la conocida y vieja frase de que nos sentimos como ‘el último orejón del tarro’, esa fruta conservada en un frasco durante largo tiempo, que no consumimos totalmente, quedando en el fondo del recipiente uno de esos trozos, ya maltrecho por ser el que al estar en el fondo mantuvo el peso de los demás, reseco, olvidado, y que sólo comemos -si no decidimos desecharlo-, cuando no queda otra alternativa posible, como aquellos que son dejados de lado y sólo tenidos en cuenta cuando ya nadie queda a quien recurrir.

Tal vez si así nos sentimos es momento de revisar -exceptuando lo que no esté en nosotros resolver-, la posición que adoptamos en cada situación, ¿porqué miramos con resignación y pesimismo?, ¿cómo podemos apelar a la autoestima para salir adelante?, ¿que actitud adoptar y que recursos buscar?, ¿y si comenzamos por dejar de aceptar y de compadecernos a nosotros mismos?, siempre se puede optar, ¿vamos a seguir aceptando ser 'el último orejón del tarro'?, o ¿cambiamos de actitud aunque cueste?, ... la decisión es nuestra.

imagen: Etam Cru (Bezt y Sainer)/ Street art

"Nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado."
Henry Miller - novelista estadounidense (1891-1980)
  

jueves, 24 de noviembre de 2016

Envejecer - con actitud, ... mientras la vida siga esperado algo de nosotros

"Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo."
Charles Agustin Sainte-Beuve - crítico literario y escritor francés (1804-1869)

Nacemos, crecemos, transitamos las distintas etapas, algunos quedan en el camino otros tienen el privilegio de llegar a la vejez, donde como frente a cualquier otra situación habrá pros y contras, motivos de satisfacción y alegría así como situaciones penosas y lo importante es saber vivirlas.

Envejecemos desde que nacemos, cada dia que pasa y aunque no lo notemos en la cotidianidad, es inevitable, el trascurso del tiempo se va imponiendo hasta que pasado un tiempo nuestra imagen reflejada en el espejo lo confirma, empezamos a decaer, y eso no es ni bueno ni malo, simplemente es un nuevo tiempo de aceptar, con una mente abierta, percibiendo los cambios, como lo dice en un breve fragmento de su obra ‘El hombre en busca de sentido’, el neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor Frankl.


Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente. Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta y una actuación correctas. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.”
… …

Mantenernos activos, y sentirnos capaces de hacer por nosotros mismos, no significa modificar el calendario que señala los años que tenemos, la palabra viejo no tiene porque tener connotaciones especiales ni ha de hacernos sentir incómodos. Cuando somos jóvenes creemos que nunca vamos a llegar, lo vemos como algo negativo y distante, pero los años pasan más rápido de lo que creemos y un día nos descubrimos viejos, y esa vejez debe servir para que nos demos cuenta que no importa cuantos años tengamos mientras la vida siga esperando algo de nosotros.

Honremos el papel que la vida nos asigna, la edad es un detalle que no puede impedir que tengamos la actitud adecuada para –con las energías que tenemos-, con decisión, mucho humor, audacia y valentía, ver y hacernos cargo de las responsabilidades que la vida misma nos da.

"Debes asumir responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero te puedes cambiar a ti mismo. Eso es algo que tienes a tu cargo."
Jim Rohn - empresario, autor y orador motivacional estadounidense (1930-2009)


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Camino de esperanza - un viaje hacia nuestra esencia

"La vida de cada hombre es un camino hacia si mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero. Ningún hombre ha llegado a ser él mismo por completo. ..."
Herman Hesse - escritor, poeta, novelista y pintor alemán, nauralizado suizo, Nobel de Literatura 1946. (1877-1962)

A quien no le ha sucedido en ocasiones sentirse desconforme consigo mismo, con sus circunstancias de vida, sus dudas tanto referidas a la vida cotidiana y de relación, como a la búsqueda de un camino espiritual que no encontramos ni nos conforma, nos sentimos invadidos por un ansia de crecimiento que no logramos manejar adecuadamente ni traducir en logros que nos satisfagan, preguntándonos muchas veces por y para que estamos aquí.

He leído un breve y magnífico texto del escritor argentino contemporáneo Ricardo Lewitan, 'Muchos días, muchos templos', una lectura que nos conduce por ese difícil camino de búsqueda, a veces en lugares inconducentes, camino personal en el que pretendemos conocernos, encontrando nuestro propósito, dejando ir lo que nos frena, transformándonos.





'Un día fui a la Sinagoga para hablar con el Rabino. Entre el bullicio de los que cantaban y los que rezaban no escuché que decía. Otro día fui a la Iglesia y me arrodillé ante el Cristo crucificado. Le pedí entender…..y no entendí. A la Mezquita fui a buscar las voces del Profeta, pero hablan un idioma que no pude comprender. En la casa del Buda pregunté también y solo obtuve el silencio como respuesta. He visitado durante muchos días muchos templos hasta agotar mi esperanza. Una noche recostado sobre la hierba, a la luz de las estrellas, al dormirme soñé. En el sueño vi un templo obscuro, sucio de tierra y telarañas; decidí abrir sus ventanas y limpiarlo hasta que quedara inmaculado. Entonces los vi, allí estaban ellos, los que tanto buscaba.
–No sabemos qué hacías afuera- dijeron- si nosotros vivimos en ti. Luego agoté todas las preguntas y recibí todas las respuestas. Al despertar, la última voz que recuerdo decía.
-Te estábamos esperando. ¿ Por qué tardaste tanto tiempo?'
... ...
Un relato que nos ayuda a entender que en ese tránsito que debemos hacer no es necesario ir demasiado lejos, ni afanarnos por encontrar especial sabiduría, lo esencial, está dentro nuestro y sólo depende de que tomemos la decisión de volver la vista hacia el interior, tomando conciencia de nuestra esencia, un camino de esperanza para el viaje que es personal y una vez que lo hacemos no es necesario demostrar nada a nadie, ni competir, sentiremos que nos liberamos de esa molesta sensación que nos culpa por los errores, y seremos capaces de ver de forma diferente la realidad y a partir de allí crecer.

imagen: Antoni Chaparro/ Castillo de Cardona; Colegiata de Sant Vicenç

"Todo surge dentro de nosotros, atraviesa nuestra vida desde la infancia. La clave de todo está sólo dentro de nosotros. Cada uno es el mejor amigo de si mismo." 
Banana Yoshimoto - seudónimo de Mahoko Yoshimoto novelista japonesa contemporánea. /Un viaje llamado vida

domingo, 20 de noviembre de 2016

Contradicción - una forma ilusoria de compadecernos

"¿Contradición? ¡Ya lo creo! ¡La de mi corazón que dice si, mi cabeza que dice no! Contradicción naturalmente. Como que sólo vivimos de contradicciones y por ellas,como que la vida es tragedia, y la tragedia es perpetua lucha, sin victoria ni esperanza de ella, es contradicción."
Miguel de Unamuno - escritor y filósofo español (1864-1936)

¿Quien en la vida escapa a situaciones penosas, circunstancias que nos disgustan, miedos que necesitan ser aliviados, miserias que nos abochornan?. La perspectiva desde la que miramos, la posición que tomamos y nuestra subjetividad frente a las circunstancias que otros viven, las penurias y sufrimientos ajenos, de alguna forma son la medida con que disimulamos nuestra fragilidad, y a través de los sinsabores que no nos pertenecen, relativizamos los propios.

Participar del dolor de los otros, identificándonos, empatizando con ese sufrimiento nos acerca a una realidad diferente a la nuestra, adhiriéndonos a ese sufrimiento, pero no todos lo hacemos de igual manera, unos tomarán acciones que les permitan ayudar, mientras que otros simplemente asumirán una actitud pasiva de lamentación inconducente, que les permitirá ser espectadores doloridos, pero parapetados de cualquier involucramiento mayor.

La vulnerabilidad de los demás nos permite sentirnos compasivos, sabemos que estamos en un lugar diferente en el que ese dolor no es nuestro, nos llenamos de lástima, pero al mismo tiempo inconsciente y egoístamente nos sentimos aliviados de saber que esa circunstancia no nos sucede a nosotros, y aunque sin duda no siempre está a nuestro alcance intervenir, sólo actuamos como si de ver una película se tratase, podemos llorar mientras la vemos y luego nos desvinculamos de la situación, sin otra consecuencia.

La subjetividad con la que miramos es una manera de ver como deseamos ver, y no como realmente es, una forma de sentir íntimamente, nos colocamos en un punto alejado y desde allí nos permitimos tener una visión distanciada, caprichosa, ilusoria, en que podemos llegar a compadecer a quien vive el dolor, la desgracia o la carencia, con juicios de valor, puntos de vista, muchas veces arbitrarios, sin poner allí el corazón, y eso ya nos satisface y nos permite quitar el foco de nuestros propios problemas, disgustos y sufrimientos.

Eludiendo involucrarnos realmente, contradictoriamente nos sentimos satisfechos, dignificados y hasta virtuosos con esa nuestra limitada sensibilidad, que nos da la satisfacción de creernos compasivos, pero sin comprometernos-, y al mismo tiempo nos consuela de nuestras propias desgracias, haciéndonos olvidar -aunque temporalmente-, de las miserias que si debemos soportar. 

imagen: Usovich Alessey

"Se sentía arrastrado hacia ellos,por una compasión irresistible, pero la compasión no son obras. Ni siquiera es amor. La compasión es como el sexo, un instinto nada más."
Shusaku Endo - escritor, novelista, dramaturgo, ensayista, crítico literario japonés (1923-1996)
  

viernes, 18 de noviembre de 2016

Obediencia ciega - ... sinónimo de virtud?

“El pecado no nació el día en que Eva cogió una manzana, aquel día nació una espléndida virtud llamada desobediencia.”
Oriana Fallaci – escritora, periodista y activista italiana (1929-2006)

Si bien a primer golpe de vista la desobediencia como opuesta a la virtud de la obediencia podría considerarse una característica negativa en la conducta de los seres humanos, no siempre ha de verse de esa manera, ya que dependiendo de las circunstancias en que se presente tal vez sea la mejor alternativa a tener en cuenta y una posibilidad de transformar la realidad.

Nada existe que sea totalmente bueno o totalmente malo, la vida presenta circunstancias donde no sólo existen el blanco y el negro, hay matices que variarán de acuerdo a la perspectiva desde la cual miremos los acontecimientos y por lo tanto obediencia y desobediencia no son ni buenas ni malas en si mismas.




Sabemos que durante la infancia el niño debe aprender y ceñirse a reglas que son las pautas para aprender de límites que le permitan vivir en sociedad, sin embargo cuando somos adultos es innegable que muchas veces nos vemos enfrentados a mandatos que contravienen nuestros principios y que como seres pensantes rechazamos.

No pretendemos adentrarnos en un tema filosófico, es claro que quien obedece se siente responsable por lealtad, disciplina o deber frente a quien detenta la autoridad, muchas veces actuando sin sentirse responsable de sus actos, pero en la vida cotidiana más de una vez vamos a sentirnos agredidos por órdenes que decidimos no respetar, incurriendo en una desobediencia consciente al entender que esa obediencia está reñida con nuestra moral y conciencia.

La desobediencia es un rasgo de rebeldía contra aquello que encontramos injusto o arbitrario ya que obedecer a ciegas no debe ser sinónimo de renunciar a nuestra personalidad, pensamientos, iniciativas, libre albedrío y una forma de asumir protagonismo responsable en beneficio de lo que consideramos mejor.

imagen: Omar Delaware

“Siempre una obediencia ciega supone una ignorancia extrema.”
Jean-Paul Marat – científico y médico francés (1743-1793)

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Regalo especial - .. lugar y tiempo que hacemos propios

“Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas.”
Henry Miller – escritor estadounidense (1891-1980)

Cada ciudad en cualquier lugar del mundo tiene sus sitios especiales, que no tienen que ver precisamente con los más conocidos, concurridos o importantes, sino con esos otros que tienen un encanto peculiar que -sin saber bien porque-,  cautivan, atrapan, nos alegran, aligeran el ánimo, … ¡y que agradable resulta caminar por allí!, … sin hora, sin tiempo, sin limitaciones, olvidando dificultades, sólo sintiendo nuestra propia compañía, caminando entre gente que no conocemos y tampoco vemos, que nos proporciona un inexplicable bienestar que reconforta el corazón.

Tantas veces como las circunstancias nos agobian, tantas veces como las inevitables preocupaciones están presentes, tantas otras cuando las tristezas que a todos en algún momento nos alcanzan y sensibilizan, evitamos bajar los brazos, tratamos de ver lo positivo, y ahí es cuando la ciudad nos presta esa rambla que con su especial olor a sal, nos deja encontrar la cercanía del mar en la que perdernos, o esas callecitas arboladas, por donde el sol se cuela, con el aroma de la vegetación, que podemos caminar despacio, sintiendo que abrigan nuestra fragilidad.




Las ciudades en las que vivimos son el hogar colectivo dentro del cual está nuestro hogar personal. ella nos abarca, y sabemos que cada vez más la violencia, agresividad y peligros de distintos tipos están presentes así como lugares que se convierten en guetos donde no podemos llegar sin riesgo, pero en ellas tambien podemos encontrar lugares que resultan entrañables, porque en ellos recuperamos recuerdos, dejamos volar la imaginación o simplemente olvidar los compromisos que debemos cumplir al dia siguiente, donde las emociones vuelve al origen, y podemos alejar miedos, angustias, sinsabores y sentirnos libres y al mismo tiempo contenidos.

Y de vez en cuanto todos debemos regalarnos una escapada a ese nuestro ‘espacio’ especial, ese que vemos cuando cerramos los ojos, el que sentimos está allí para nosotros cada vez que lo necesitamos, para el que no tenemos que ir demasiado lejos, tal vez está muy cerca de nuestra propia casa, donde aflojar tensiones, aclarar ideas, enfocar metas, recuperar sueños, esos sueños que se nos van arrugando con el trajín cotidiano y del que volvemos en paz, alegres, sintiendo como dice la canción "... yo renaceré sin mis pasadas frustraciones y amigo mio intentaré hacer verdad mis ilusiones tendré mi rumbo definido feliz así de haber nacido ..." , satisfechos por habernos dedicado el tiempo para hacerlo, con energía y voluntad para retomar la realidad que nos está esperando donde la dejamos, con expectativas, esperanzas y renovadas ilusiones.

imagen: Parque Rodó, Montevideo, Uruguay
 .
“Me di cuenta rápidamente que no hay viajes que nos lleven lejos a menos que se recorra la misma distancia en nuestro mundo interno que en el exterior.”
Lillian Smith – escritora estadounidense (1897-1966)

martes, 15 de noviembre de 2016

Perspectiva, fortaleza y alternativas - caminos posibles para sortear obstáculos

"Hay suficiente fuerza dentro de ti para superar cualquier cosa en la vida." 
Lailah Gifty Akita - escritora inspiracional ghanesa contemporánea
La vida son momentos donde se suceden situaciones felices y otras no tanto, donde nos toca disfrutar de circunstancias que nos dan alegría y situaciones de gran dolor, etapas de esfuerzos, momentos de éxitos así como también grandes fracasos, algunos pareciera que están están destinados a grandes logros, otros perseguidos por dificultades, soledad o enfermedades, que les marcan como si la vida les diera la espalda.
'El arcoiris' es un minicuento, a modo de reflexión tomado de un discurso de Mata Amritanandanayi Devi tambien conocida por sus seguidores como Madre (Amma), nacida en 1953 con el nombre de Sudhamani Idamannel en el pequeño pueblo de Parayakadavu hoy conocido como Amritapuri, cerca de Kollam, Kerala en la India. Reconocida por su enorme obra caritativa y reverenciada por algunos como un Mahatma (Gran alma) o como una santa viva.



'En un brillante dia de sol, empezó inesperadamente a llover y apareció en el infinito el más hermoso de los arcoiris. Una niña paralítica que siempre estaba muy triste quedó embargada por una alegría inmensa y llamó a su madre para que la llevara junto al arcoiris. Para complecerla y evitar que se sintiera triste, la madre la subió en el coche y se dirigió hacia donde estaba el arcoiris. Llegaron por fin a un punto donde podía divisarse mucho mejor. La madre detuvo el coche y ayudó a su hija a bajarse para que pudiera aprovecharlo más intensamente.

Mirando al arcoiris , la  niña preguntó: ¿Arcoiris precioso como es que brillas tan radiantemente?.
El arcoiris contestó: Mi querida niña, tengo una vida muy corta. Solo existo durante el lapso de tiempo en que coinciden la lluvia y el sol. En lugar de estar triste por mi corta existencia, he decidido hacer feliz a la mayoría de la gente. Y por esta decisión me he convertido en un ser tan radiante y bello.

Y mientras el arco iris hablaba, fue desapareciendo hasta extinguirse en su totalidad. 

La pequeña niña miró con todo su amor y admiración hacia el lugar por donde apareció el arco iris. Desde ese día la niña ya no fue más la de entonces. En lugar de sentirse abatida y triste por su discapacidad, procuró sonreír y derrochar alegría y felicidad hacia los demás. Fue entonces cuando encontró en si misma la satisfacción y felicidad verdadera
…. …

Es clara la intención del relato tratando de que esas personas que pasan por la depresión de una circunstancia especialmente difícil en su vida, encuentren que a pesar de ello siempre existe una posibilidad de hallar la alegría de vivir aún en las peores situaciones, y reconocer que existen otros seres humanos con situaciones complejas de transitar si bien no modifica la propia es un aliciente para buscar en otros sitios el entusiasmo de recorrer nuevos y diferentes caminos hacia esa ansiada felicidad.

Como en cada situación que nos toca de cerca depende de la perspectiva desde la que miremos, de la fortaleza de ánimo y de la capacidad de encontrar alternativas, que podamos –aunque sea difícil-, seguir adelante. Los obstáculos y las posibilidades están en nosotros, buscar objetivos tambien.

"Cuanto mayor es el obstáculo mayor gloria en superarlo."
Molière - seudónimo de Jean-Baptiste Poquelin dramaturgo, humorista y comediógrafo francés (1622-1673)

domingo, 13 de noviembre de 2016

Mburucuyá - entrelazando ciencia, fé y leyenda

"El gran libro siempre abierto y que tenemos que hacer un esfuerzo para leer, es el de la naturaleza y los otros libros se toman a partir de él, y en ellos se encuentran los errores y malas interpretaciones de los hombres."
Antonio Gaudí - arquitecto español

Identificada por el nombre científico de Passiflora, el indígena de Mburucuyá, o Burucuyá o el común de Flor de la Pasión o Pasionaria conocemos ésta planta trepadora, de hojas perennes, con propiedades sedantes, atractiva desde el punto de vista ornamental, de la que existen más de 400 variedades, que se extiende por todos los países de Sudamérica, llegando hasta Estados Unidos, cultivada en Australia, adaptada a diferentes climas, que ha logrado reunir sobre sí a través de la historia varias leyendas, cada una con diferentes significados.

Una de esas historia -la menos difundida- cuenta de: 'un sacerdote español llegado para evangelizar a tierras americanas que un dia cruzando la selva oyó los lamentos de una niña trepada a un árbol tratando de escapar de un yaguareté que amenaza alcanzarla, por lo que el misionero sin dudarlo atrajo la atención del animal sobre él haciendo que la niña huyera y que la bestia lo destrozara en su lugar. En la tierra regada de sangre creció una bella planta, el mburucuyá como símbolo del sufrimiento y sacrificio en favor de los demás.'
... …

El segundo de los relatos: 'asocia las características de la flor con la simbología cristiana de la Pasión de Jesús, en la base de la flor se encuentran diez tépalos (pétalos y sépalos) rojos indicando la sangre de Cristo y representando a los apóstoles presentes en la crucifixión (Judas y Pedro no estuvieron presentes). Arriba de los tépalos se encuentra un círculo de muchos filamentos de la corona, que son apéndices que parecen pétalos tubulares y que son 72, tantos como fueron las espinas en la corona que le pusieron a Cristo.
Al borde del círculo se ve una columna que replica la Columna de Flagelación y encima de ésta, 5 anteras como las 5 heridas y 3 estigmas o pistilos como los 3 clavos de la cruz. Hasta se consideran las manchas que presenta el envés de las hojas como las monedas que Judas recibió por su traición, y en los frutos rojos las gotas de sangre coagulada de Jesús, haciendo gala de una increíble imaginación y fé.'
... …

La tercera, más extensa y poética es: 'la leyenda indígena que relata el amor contrariado, prohibido, entre una joven y bonita española llegada al Nuevo Mundo con su padre un capitán español, y un aborigen guaraní nativo de éstas tierras que le daba el tierno apodo de Mburucuya, amor secreto, ya que el padre tenía decidido un destino diferente para su hija a quien deseaba casar con un capitán español.

Cuando la joven conoció los planes del padre lloró implorando que no la obligaran pero su padre decidió que quedara confinada en su casa hasta la boda, por lo que sólo podía ver a su amado desde la ventana enviando a su criada a informarle lo sucedido.
El joven indio se acercaba todas las noches vigilando el lugar e intentando verla, hasta que al llegar el nuevo sol triste se retiraba tocando antes una melodía en su flauta, que alegraba a Mburucuyá aunque no podía verlo, hasta que una mañana dejó de oir los sones de la flauta y a pesar de que siguió esperando imaginaba que podía haber sido herido en la selva o atacado por alguna fiera.

La tristeza se instaló en la joven perdió el color sus ojos dejaron de brillar sus labios ya no sonrieron, pero siguió esperando hasta que un día vió entre los matorrales a una vieja india que era la madre del enamorado la que acercándose a la ventana le contó que su hijo había sido muerto por el capitán al enterarse de su amor oculto.
Mburucuyá escapó por la ventana, siguió a la anciana hasta donde se encontraba su amado, cavó una fosa con sus propias manos y colocó allí el cuerpo, decidiendo terminar con su vida ya que nada la ataba a éste mundo. Pidió a la anciana que una vez terminara cubriera sus cuerpos con tierra y los dejara descansar juntos en paz. Tomó un flecha y la clavó en su pecho. La anciana observó sorprendida que de las plumas de la flecha crecía una flor que brotaba del corazón de Mburucuyá. 

Tiempo después en la tierra con que fue cubierta la tumba apareció una planta que no conocían anteriormente, con flores hermosas que se cerraban en la noche  como si se marchitaran y se abrían cada dia renaciendo con los rayos de sol.'
… …

Varias historias entrelazadas, ciencia, fé y leyendas sobre una sofisticada y hermosa planta con propiedades medicinales, que es industrializada, con cuyos frutos podemos hacer mermelada o tomar como jugo, con una delicada flor cuyos colores en las diferentes variedades van del blanco al rojizo o del bordó al azul, y que nos lleva en un viaje a través de la historia por las formas de vida, peculiaridades y creencias de los pueblos originarios y la presencia de los españoles llegados con la instalada, avasallante y controvertida conquista por éstas tierras americanas.


"Las leyendas crean a veces la realidad y resultan más útiles que los hechos."
Salman Rushdie - escritor y ensayista británico nacido en India, contemporáneo

sábado, 12 de noviembre de 2016

Hablamos con nosotros mismos? - el ejercicio de permitirnos ser libremente

"A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a si mismas. Pero el si mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea."
Thomas Szasz - psiquiatra, psicoanalista y profesor emérito  húngaro (1920-2012)

No creo ser la única persona que piensa y habla sola, es más creo que somos muchos los que integramos este tan extraño y,  no tan extraño,  grupo de personas que tenemos la costumbre de hablar con nosotros mismos, y en lo personal es una oportunidad imperdible a la que llegamos en las preocupaciones, en la soledad, cuando algo nos angustia, en ocasiones acercándonos a recuerdos, en otros momentos llegando a sorprendentes conclusiones y en casi todas las circunstancias nos hace arribar a ricos momentos de intercambio con nuestras ideas y pensamientos, que pueden resultar fermentales.

La genialidad de un hombre de excepcional agudeza y talento como fue el dramaturgo y novelista irlandés Oscar Wilde, brillante y talentoso como pocos a veces sarcástico, siempre fascinante, en una breve frase de uno de los personajes de su cuento ‘El cohete imaginario’, nos lleva al punto.





‘ … No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.’ …

Todos podemos mantener un diálogo voluntario con nosotros, a veces lo reproducimos luego escribiendo aquello que pensamos, otras veces ante el enojo es la válvula de escape que en ese momento necesitamos, una suerte de intercambio de ideas, una manera de –a veces- en voz alta- escucharnos y rescatar señales en las que no habíamos reparado antes, otras veces sin palabras estableciendo un diálogo sobre lo que no nos atrevemos a compartir, de todos modos una manera de ser, jamás una pérdida de tiempo. 

Un espacio para ese diálogo nos permitirá halagarnos cuando atravesamos un mal momento que pide nos reconfortemos, nos dará la perspectiva sobre cosas en las que a simple vista no habíamos reparado, será la oportunidad de proyectarnos, trazando caminos para lograr objetivos, en cualquier caso, una forma de permitirnos ser libremente.

"Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tu."
Aldous Huxley - escritor británico (1894-1963)

viernes, 11 de noviembre de 2016

Miserias cotidianas - el indeseable Guk y el genio de J. Cortázar

"La peor intolerancia es la de eso que llamamos razón."
Miguel de Unamuno - escritor y filósofo español (1864-1936)

Vivimos en un mundo donde la pretendida y mal llamada humanidad juzga, discrimina, exige conductas masificadas que impiden la independencia de criterios y comportamientos, todos han de parecerse entre si  consumiendo las mismas cosas, es intolerante, obligando a buscar la aceptación y aprobación del entorno en el que estamos insertos, para sentirnos incluídos.

Ésta realidad me ha recordado al gran Julio Cortázar y los breves relatos de su libro ‘Historias de Cronopios y de Famas’, y de esos relatos el del ‘Camello declarado indeseable’, un texto imperdible con la veta surrealista y la mirada poética para ver la cotidianidad y sus miserias.




'Aceptan todas las solicitudes de paso de frontera, pero Guk, camello, inesperadamente es declarado indeseable. Acude Guk a la central de policía donde le dicen nada que hacer, vuélvete al oasis, declarado indeseable inútil tramitar solicitud. Tristeza de Guk, retorno a las tierras de infancia. Y los camellos de familia, y los amigos, rodeándolo y qué te pasa, y no es posible, por qué precisamente tú. Entonces una delegación al Ministerio de Tránsito a apelar por Guk, con escándalo de funcionarios de carrera: esto no se ha visto jamás, ustedes se vuelven inmediatamente al oasis, se hará un sumario. Guk en el oasis come pasto un día, pasto otro día. Todos los camellos han pasado la frontera, Guk sigue esperando. Así se van el verano, el otoño. Luego Guk de vuelta a la ciudad, parado en una plaza vacía. Muy fotografiado por turistas, contestando reportajes. Vago prestigio de Guk en la plaza. Aprovechando busca salir, en la puerta todo cambia: declarado indeseable. Guk baja la cabeza, busca los ralos pastitos de la plaza. Un día lo llaman por el altavoz y entra feliz en la central. Allí es declarado indeseable. Guk vuelve al oasis y se acuesta. Come un poco de pasto, y después apoya el hocico en la arena. Va cerrando los ojos mientras se pone el sol. De su nariz brota una burbuja que dura un segundo más que él.'
… …

Es la mayor frustración sentir que todas las posibilidades están cerradas, que cualquier negociación es imposible, que no hay destino ni vida que nos permitan, que no existen derechos ni justicia que nos ampare, no somos deseables, así sin más, … como Guk, sólo un camello, casi un símbolo de esa intolerancia que impera y abruma, que lleva a que sobrevivir sea al costo de mimetizarnos, ser indistintos, desvalorizados, sometidos a la inflexibilidad y la indiferencia.

Criaturas fuertes los camellos, acostumbrados a soportar pesos e inclemencias, pero sin posibilidades ante el pensamiento cerrado, una constatación que por analogía con el hombre, deja un amargo sabor en la boca y contra lo que rebelarse es una difícil e imprescindible condición para sentirnos humanos.

"La intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opiniones."
Gilbert Keith Chesterton - escritor y periodista británico (1874-1936)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Un nuevo mojón - ... agradecemos por superar las 200.000 visitas

"No hay deber más necesario que el de dar las gracias."
Marco Tulio Ciceron - retórico y estilista latino (106-43 a.C.)

Hace dos días superamos un nuevo mojón, y nuestras propias expectativas, hemos alcanzado las 200.000 visitas y seguimos en camino, pese a la falta de tiempo para dedicarnos al blog, a los momentos en que no nos creemos capaces de nuevas ideas, a la incómoda sensación de sentir que no existen temas que interesen realmente o que ya no hayan sido desarrollados en otras páginas, y al desánimo que a veces sentimos producto del desgaste que se va acumulando.


Sin embargo sólo alcanza poner un poco de distancia y un breve descanso para que se imponga otra vez la necesidad de poner en negro sobre blanco, lo que pensamos, que conversamos en primera instancia con nosotras mismas y luego traemos al blog, sin pretensiones literarias, con la única intención de –a modo de apuntes- escoger relatos, algo de pintura y música, reflexionar a partir de breves textos o sobre circunstancias de la vida, que nos motivan y movilizan.

Para quienes hasta aquí nos han acompañado nada mejor que ofrecerles como agradecimiento flores y café, flores, que perfumen con su aroma agradable alegrando la vista, y un café que es una manera de compartir nuestra casa, nuestra mesa, nuestra amistad y nuestro tiempo.

imagen: depositphotos

"El agradecimiento es la memoria del corazón."
LaoTsé -  filósofo taoista (570-490 a.C.)

martes, 8 de noviembre de 2016

Ánimo y motivación - diferentes y complementarios

“Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.”
Francisco de Quevedo – escritor español (1580-1645)

Generalmente cuando vemos a alguien desanimado tratamos de sacarlo de esa situación buscando hacerle entender que ha de valorar y disfrutar lo que tiene en lugar de sentirse mal por lo que no ha conseguido. Tambien lo hacemos en muchas oportunidades con nosotros mismos, lo leemos en libros de autoayuda,  es lo que nos transmiten en grupos de coaching y de tanto escuchar lo hacemos convencidos que es la mejor manera de encontrar salidas a las dificultades que nos estancan.

Sin embargo no es igual estar animado que tener motivos, por mejor animados que estemos, si no buscamos aquello que ponga en marcha el motor que nos movilice, si no nos fijamos meta y motivos para alcanzarlas, quedándonos sólo en un buen ánimo a ningún puerto arribaremos y pasado un tiempo volveremos a caer en ese desánimo que inicialmente sentimos al no ver cambios que valgan la pena en nuestra vida, porque cambiar el ánimo varía nuestras emociones pero sin motivos no cambiará nuestro comportamiento.

Esperar que nos sucedan sólo cosas buenas es utópico, no siempre las cosas rodaran como esperamos, no siempre escucharemos las respuestas deseadas, los contratiempos, la ausencia de argumentos válidos, las injusticias, estarán presentes en la vida, tenemos que aprender a manejar cada situación sin frustrarnos, cada acontecimiento tiene un porqué y el transcurrir del  tiempo, nos dará los motivos por los que fue necesario que así sucediera, y aún lo malo siempre habrá sido aprendizaje y crecimiento.

Tal vez como en el relato del burro que había caído al pozo, luego de muchas horas de lamentaciones y ante cada palada de tierra que recibía tratando de enterrarlo logró salir caminando sobre esa misma tierra acumulada, la reflexión que podemos hacer es que si bien no está en nosotros controlar todo lo que nos sucede, si podemos tratar, - frente a lo bueno o malo que se nos presente-, de rescatar lo positivo y minimizar lo malo, teniendo claro que el buen ánimo y la búsqueda de motivos, ambos complementándose nos permitirán tener una vida más plena y satisfactoria.

“Rendirse ante la adversidad es mostrarse de su parte.”
Diego de Saavedra Fajardo – escritor y diplomático español (1584-1648) 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Mínima expresión - sorprendentes micropinturas de Hasan Kale

"La pintura es más fuerte que yo, siempre consigue que haga lo que ella quiere."
Pablo Picacso - pintor y escultor español (1881-1973)

Nacido en 1959 en la ciudad de Bursa al noroeste de Turquía, Hasan Kale es un artista que se ha especializado en micro-pinturas habiendo comenzado desde muy joven en Estambul. Su  producción son  diminutas obras maestras, realizadas sobre minúsculas superficies que van desde alas de mariposas, semillas, caracoles  o cáscaras de huevo a modo de lienzos.

Pequeños pinceles, lupa y como requisito esencial la pequeñez de la superficie a utilizar, llevan a pensar en los habitantes de la fantástica Isla de Liliput, en los ‘Viajes de Gulliver’ del escritor Jonathan Swift, y las características de los personajes increíblemente pequeños e increíblemente arrogantes como contrapartida a su diminuto tamaño.









El artista que también ha incursionado en diseño de joyas y en pinturas sobre lienzo con materiales como café, pimienta y mermelada señala que intenta destacar los pequeños objetos que forman parte de la vida cotidiana y a los que no damos importancia pasando desapercibidos.

Así mismo dicta seminarios y conferencias para trasmitir y enseñar su arte a nuevas generaciones. Un trabajo increíble con una detallada y minuciosa elaboración, bellas imágenes, romántica estética y excelente manejo de la luz, ... disfrutemos y dejémonos sorprender.


"Lo que más ávidamente amamos: lo pintoresco y lo imprevisto."
José Martínez Ruiz - conocido por su seudónimo de Azorín, novelista, ensayista, dramaturgo y crítico literario español (1873-1967)