"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 28 de junio de 2023

Cherrapunji - puentes verdes, patrimonio natural, exhuberante y sorprendente

"La naturaleza obra sin maestros."
Hipócrates - médico de la Antigua Grecia (460-370 AC)

Situado al este de la India, se encuentra la región de Cherrapunji, en lo profundo de la selva tropical del estado indio de Meghalaya, una de las zonas más húmedas del planeta, y alli crece una planta del género de los higos llamada Ficus Elástica que tiene la particularidad de desarrollar unas raices secundarias que crecen en su tronco por encima de la superficie, las cuales alcanzan longitudes extraordinarias y, si son debidamente encauzadas y dirigidas, al cabo de un tiempo, -entre diez y quince años-, se convierten en unos magnificos puentes vivos ... 

Hay imágenes que valen por mil palabras y aquí están esas imágenes que parecen sacadas de un cuento fantástico.










La zona es atravesada por muchos arroyos y ríos de corrientes rápidas, lo que hace imprescindible tener esos puentes naturales para trasladarse entre las distintas aldeas,  algunos de los cuales tienen más de 500 años. Los habitantes de la zona, moldean de forma natural y de acuerdo al entorno las elásticas raíces, suficientemente fuertes como para soportar el peso de más de 50 personas, logrando el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.

La exhuberancia fantástica de la naturaleza en esos lugares del mundo sorprende y nos hace sentir de forma abrumadora la pequeñez del hombre frente a la misma. Es necesario preservar el patrimonio natural que constituyen los puentes verdes de Cherrapunji.

"Sólo la naturaleza hace grandes obras sin esperar recompensa alguna."
Aleksandr I. Herzen - demócrata revolucionario ruso, filósofo, economista (1812-1870)
 

sábado, 17 de junio de 2023

Bienestar interior - la calma que nos hace ser agradecidos con la vida.

“La felicidad es la experiencia espiritual de vivir cada minuto con amor, gracia y gratitud.”
Dr. Denis Waitley – escritor y orador motivacional estadounidense contemporáneo

La vida da y quita, pone obstáculos pero también ofrece oportunidades, los tiempos que corren obligan a vivir con urgencias, y éstos mismos tiempos nos han traído la globalización que hace que rápidamente estemos enterados de lo que sucede en las antípodas del lugar donde vivimos, lo que aporta al conocimiento de lo bueno y lo malo -al momento en que ocurre-, sobre el hombre y la sociedad en que nos movemos.

Mientras vivimos, -poniendo en tela de juicio los beneficios de la modernidad-, nos vamos involucrando, las circunstancias muchas veces nos obligan y en ese tránsito comprometemos sentimientos, emociones y actitudes que condicionan nuestra manera de vivir, hacen difícil el camino del autoconocimiento, para encontrar el equilibrio que mantenga nuestro bienestar interior, esa calma que nos hace agradecidos con la vida.



Sentirnos bien, tranquilos y conformes con nosotros mismos no debería ser algo menor, por el contrario es un derecho que muchas veces postergamos, sin percibir que de nosotros depende cuidarlo y fortalecerlo, sin embargo los hechos se encargan de que –sin darnos cuenta- hipotequemos nuestra paz, esa tranquilidad interior que hace a la esencia de nuestra vida, para que realmente podamos sentirnos satisfechos y felices de lo que somos, tenemos y hacemos.

Y así vivimos, hasta que en algún momento, algo en nosotros hace el click necesario y nos volvemos conscientes de que tenemos que querernos un poco más, fijar prioridades, hacer cambios para cuidarnos, sabiendo que el momento de hacerlo es ahora, desechando los argumentos que hasta el presente nos dimos.

Cada uno vive como quiere o como puede, enfrentar obstáculos, repetir errores, es inevitable, pero no debe impedir que tengamos un propósito claro para ser lo que queramos ser, con los ojos, el corazón y la mente abiertas, seamos generosos con nosotros apropiándonos de ese sitio especial donde podamos sentirnos bien, en paz, y esto no es egoísmo, es ser consciente de lo que valemos y merecemos.

“Lo esencial es estar bien consigo mismo."
Voltaire – filósofo y escritor francés (1694-1778)

martes, 6 de junio de 2023

La importancia de las palabras - Nadina Tauhil y 'El inventor de palabras'

'Háblame para que yo te conozca.'  - Séneca - filósofo, político, orador y escritor romano (4AC-65DC) 

Muchas veces no damos la debida importancia a las palabras para relacionarnos, llamando a cada cosa por su nombre, y eso se nota cuando uno está rodeado de niños pequeños, que están aprendiendo a expresarse y balbucean sonidos que generalmente nos cuesta comprender.

He leido un bello texto de la escritora argentina Nadina Tauhil, médico psiquiatra de profesión, sobre el uso de las palabras y lo asocié a la relación -años atrás- con mi nieta pequeña de sólo 2 años de edad por ese entonces, la frustración que significaba esa comunicación difícil en la que cada palabra nueva puesta en su boca era una gran satisfacción para mí y una enorme alegría para ella, donde cada sílaba lograda era festejada.

El inventor de las palabras

En el principio no habia palabras, solo letras.

La falta de palabras causaba grandes problemas a los habitantes de la ciudad, que sólo podría nombrar veintisiete cosas, resultando en todo tipo de confusiones y malentendidos. Hasta que un día a Uno se le ocurrió que si juntaba una letra con otra se podrían crear nuevos sonidos, y así nombrar muchas más cosas.

Fue entonces que Uno, se quedó irse con las letras a una cueva en la montaña, y no volver hasta haber encontrado una manera de nombrar a todas las cosas. Quería poder nombrar al animal de carga, al agua que se acumula al lado del palacio, a la nena colorada.

Le tomó mucho tiempo pero una a una, las palabras, fueron surgiendo. Primero juntó dos letras, después tres, cuatro y así muchas más. Una vez que las letras estaban una al lado de la otra, él las pronunciaba juntas y hacia memoria para ver a cuál de las cosas de la ciudad le grababa el sonido. Así, el animal se llamó caballo, el agua lago, la nena Natalia. Y cuando por fin Uno había encontrado todas las palabras y se disponía a volver a la ciudad, se dio cuenta de que todavía no existía una palabra para los labios cuando se juntan.

Uno salió de la cueva para tomar un poco de aire y reponer sus energías. Cuando miré hacia abajo, descubrí que Natalia corría hacia la cima de la montaña. La niña llegó a la cueva, abrazó a Uno con todas sus fuerzas; y lo besó.

... ...

Un magnífico cuento que pone de manifiesto la barrera que significa para el buen entendimiento no contar con las palabras justas, como dice José Saramago: "Las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un rio. Si están ahí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa."

En tiempos en que el idioma es un tanto vapuleado, es maravilloso manejar adecuadamente el lenguaje y poder comunicarnos, pero también me ha hecho reflexionar que cuando las palabras escasean se compensan grandemente con los sentimientos que por caminos diferentes nos llevan al entendimiento con los mas pequeños de la mano del amor y la ternura, mientras esperamos que hagan su proceso de maduración en el que finalmente surjan las palabras.

Fuente: http://lalunanaranja.blogspot.com/2009/05/el-inventor-de-palabras.html  

Blog de la autora: http://nanu-desdemi.blogspot.com

'La palabra no fue dada al hombre. El la tomó.' - Louis Aragon - poeta y novelista francés (1897-1982)