"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

sábado, 26 de agosto de 2017

Saber esperar - ... hasta que nuestras almas nos alcancen ...


"Aguardad vuestro turno con paciencia y co fé. Que hay más estrellas que hombres y hay alas para todos.
León Felipe - poeta español (1884-1968)

Tantas veces vivimos haciendo, sin pensar demasiado , dejándonos llevar por la inercia que las urgencias cotidianas nos imponen sin darnos cuenta. Nos empuja un sinsentido de llegar, dejando de lado disfrutar de lo que el camino nos ofrece.

Y no significa que no debamos tener proyectos y fijar metas, sin ellas nuestra vida carecería de un porqué vivir, lo esencial es encontrar  el justo medio, es decir el equilibrio que nos permita aunar ambas cosas, que en el camino hacia los objetivos nos demos tiempo para periódicamente pensar si estamos en el camino correcto y al mismo tiempo mientras apostamos al futuro vivir el presente, y vivirlo plenamente.




Siempre me gusta apelar a esas narraciones que nos ayudan a clarificar las ideas, tal es la que hoy he recordado, que nos cuenta la historia de un explorador blanco que ansioso por llegar antes a su destino en el corazón de Äfrica, ofreció paga extra a sus porteadores para que fueran más de prisa.

Durante varios días aquellos apuraron el paso, sin embargo una tarde todos se sentaron en el suelo, posaron las cargas y se negaron a continuar. Por más dinero que se les ofreció los hombres no se movieron, hasta que finalmente cuando el explorador pidió explicación de tal comportamiento recibió la siguiente respuesta:

-Hemos andado demasiado de prisa y ya no sabemos lo que estamos haciendo, 'tenemos que esperar a que nuestra almas nos alcancen'.
... ...

Sabia reflexión para que entendamos la importancia de darnos tiempo, el detenernos e intentar buscar en nuestro interior aquello esencial, separarnos de las exigencias, alejarnos de esa vorágine que nos empuja y nos impide ver que mientras corremos desperdiciamos las mejores cosas de nuestra vida.

Vayamos a nuestro ritmo, no dejemos que los estímulos externos nos condicionen, démonos permiso para detenernos, para mirar en perspectiva, no perdamos la capacidad de reconocer las cosas que realmente importan, aprendamos a manejar nuestro tiempo y esperemos por nuestra alma, para continuar el viaje con ella.

“Todo llega para quien sabe esperar.”
Henry Longfellow Wadsworth – poeta y educador estadounidense (1807-1882)