"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

jueves, 22 de noviembre de 2018

Almas gemelas - ... sólo un mito?


“Hay dos miradas: la mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre.”
Alejandro Dumas - novelista y dramaturgo francés (1802-1870)

Quien en algún momento de su vida no ha escuchado sobre la existencia de las almas gemelas, una idea con un tinte romántico, inspiradora, que tal vez lleva a soñar, pero es una realidad o tal vez sólo un mito como aquello del ‘príncipe azul’?.

Sin embargo y seguramente dependiendo de la sensibilidad, espiritualidad, momento de la vida y estado de ánimo casi todos nos inclinamos a creer positivamente en su existencia e incluso con esperanza desear encontrarla.

Las condiciones son esa afinidad especial con la que nos sentimos identificados, una química única, la compañía en quien apoyarnos compatible con nuestra sensibilidad, pensamientos y anhelos, alguien con quien hablar pero aún entenderse sin hacerlo.

Quiero aquí compartir un pequeñísimo fragmento del libro ‘Comer, rezar, amar’ de la escritora estadounidense Elizabeth Gilbert, de tipo autobiográfico, escrito en el año 2006 en un período especialmente difícil de su vida.



“La gente cree que un alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un portazo. Pero, ¿vivir con un alma gemela para siempre? Ni hablar. Se vive demasiado mal. Un alma gemela llega a tu vida para quitarte un velo de los ojos y se marcha.”


Un texto breve pero interesante para reflexionar, desprendernos de esa imagen ideal del alma gemela para toda la vida que nos acompañará siempre a la que nos aferramos y que puede suceder, pero entendiendo que así como cada uno evoluciona en las diferentes etapas de su vida, tal vez el alma gemela puede acompañar algún período de nuestra vida, aquél en que lo necesitemos y en otros momentos no ser así, o tal vez aparezca otra alma gemela que se complemente mejor en ese momento diferente que transitamos.

La idea forma parte de diferentes tradiciones y la encontramos en leyendas bonitas, algunos lo creerán de una forma emocional por aquello del destino, otros más racionalmente tal vez apelen a creer en las energías que se atraen y complementan, y habrá quienes descreídamente sólo sigan su vida en solitario.

Para aquellos que lo acepten y así lo sientan hallar un alma gemela es un momento milagroso y mágico que cuando nos toca hay que saber reconocer.

Imagen: lienzo BadassArtwork

“… Esa peculiar correspondencia de las vocaciones, de las simpatías, de los gustos, de los aprendizajes, de las emociones ata a dos personas y les asigna un mismo destino.”
Sándor Márai – novelista, dramaturgo y periodista húngaro (1900-1989) ‘El último encuentro’

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Soñar y elegir - una manera de saber vivir


"Sólo existe un sentido de la vida: el acto de vivirla plenamente."
Erich Fromm - sicoanalista, sicólogo y filósofo alemán (1900-1980)

En tiempos en que las dificultades son moneda corriente, la desesperanza gana y es un desafío encontrar motivos para seguir adelante es buen cosa descubrir una lectura que nos impulse a seguir soñando.

El poema ‘Elegí la vida,’del escritor británico Rudyard Kipling, de eso trata y aquí les dejo.


No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.


No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija …
… porque moriré viviendo.

… …

Tal vez parezca que no es suficiente pero si lo leemos y lo hacemos una y otra vez cuando nos sentimos desmotivados y lo asumimos como forma de continuar nuestro camino, vale la pena su lectura y vale hacer el intento, porque todo aquello que nos acerque a la esperanza y nos recuerde que sueños e ilusiones son necesarios es lo que nos permitirá elegir la vida sin dudas ni vacilaciones.

imagen: Max Gasparini

"Ves cosas y dices "¿Por qué?". Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo "¿Por que no?"."
George Bernad Shaw - dramaturgo irlandés (1856-1950)