"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

viernes, 27 de marzo de 2020

Pandemia - una dura lección del siglo XXI,


"En ésta época hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra."
Eurípides de Salamina - dramaturgo griego (480 aprox. a.C)

Vivimos tiempos difíciles para el mundo, somos testigos de la pandemia que afecta a la sociedad, en todas y diferentes partes del planeta, nos inundan las noticias, las alarmas se disparan, los servicios de salud se ven desbordados e ineficientes, la enfermedad en éste hoy, llamada Coronavirus o Covit-19, se impone y hace estragos.

Basta ver un poco de historia para reconocer que las epidemias desde siempre han impactado en todos los aspectos de la vida humana. Desde el siglo XIV época donde la peste negra mató a más de la mitad de la población de Europa o la llamada gripe española que en 1918 mató entre 50 y 100 millones de personas, más de las que murieron durante la 1era.Guerra Mundial, han influenciado la cultura, la economía, la demografía y han provocado conflictos, crisis económicas y guerras así como al contrario momentos de crisis y eventos bélicos han sido terreno propicio para la aparición de epidemias.

Teniendo claro que éstas situaciones de emergencia sanitaria son eventos que se repiten a lo largo de la historia, debemos tambien tener claro que ellas sacan lo mejor y lo peor del ser humano desde aquél que desinteresada y voluntariamente aún a riesgo de su propia salud, se pone al hombro llevar adelante acciones solidarias en beneficio de los demás integrantes de su comunidad, como por el contrario los otros que de forma egoísta viendo sólo su beneficio personal, y sin tomar en cuenta el perjuicio ajeno, realizan actos totalmente censurables o aquellos que dejan aflorar sus prejuicios étnicos, religiosos o políticos perdiendo de vista la objetividad.

Y esta nueva crisis pone de manifiesto que tal vez una de las mayores pérdidas que los más de 8 mil millones de habitantes que pueblan nuestro planeta sufren además de la pérdida de vidas es la pérdida de la libertad que por obvias razones se ve restringida sustancialmente, asi como el distanciamiento social obligado.




Es difícil encontrar los equilibrios necesarios para que lo que es una prioridad de la salud pública no termine convirtiéndose en una grave crisis económica en la que sin duda el mundo inexorablemente caerá, pero a la que no aportaremos mejoras dividiendo, estigmatizando, creando temores, generando angustia y paranoia, inevitables por si mismas en momentos de incertidumbre.

La comunidad científica ha sido tomada desprevenida, tal vez ahora ésto deba ser visto como un desafío mayor frente al que pararnos dispuestos, con la mente abierta, de manera racional pero sin desprendernos de la empatía, la buena voluntad, con inteligencia y capacidad para cooperar, acatando las directivas técnicas de los expertos, agradeciendo a quienes están en la línea de fuego aún en detrimento de su salud, dejando de lado egoísmos personales.

Pandemia, una dura lección de éste siglo XXI, una situación que nos enfrenta con la muerte, que nos muestra claramente nuestra pequeñez y fragilidad, sacando nuestra ira frente a lo que no podemos encontrar solución, tratando a toda costa de hallar culpables, pero que al mismo tiempo termina siendo una oportunidad para aprender y de la cual salir fortalecidos como mejores seres humanos, dando importancia sólo a aquellas cosas que realmente la tienen, pensando en un mejor mundo para la generación que vendrá en el que recuperemos la esperanza y podamos volver a abrazarnos.

"Lo peor en usted es que se niega a luchar, se da por vencida, no hace más que pensar en la enfermedad y en la muerte. Pero existe algo tan inevitable como la muerte y es la vida!"
Sir Charles Chaplin - actor, guionista, compositor, director de cine británico (1889-1977)




jueves, 5 de marzo de 2020

Ikigai - una exquisita palabra, para una forma de ver la vida

"He descubierto que si amas la vida, la vida te amará de vuelta."
Arthur Rubinstein - pianista polaco-estadounidense (1887-1982)

El mundo occidental y el mundo oriental no sólo se diferencian por razones geográficas, La forma de pensar, la forma de vivir que hacen a la idiosincracia de las sociedades es manifiestamente diferente entre ambos mundos, la milenaria y rica cultura oriental ha sido desde hace ya algún tiempo motivo de atención por parte de occidente, que ha ido incorporando elementos en distintas áreas, desde la gastronomía, la medicina o la literatura.
Así en la escritura vemos que occidente enlaza letras formando sílabas que a su vez forman palabras mientras que oriente utiliza símbolos que combinados dan lugar a un concepto.
Tal es  el  caso  de  la  palabra japonesa Ikigai, que se compone de las partículas iki  (生き)  se refiere a la vida y kai  (生き)  que se traduciría como la razón de lo que uno desea y espera, un término que no tiene traducción y que podríamos definir como ‘el significado de tu vida’, ‘la felicidad de estar siempre ocupado’ o ‘la razón de ser’.
Es una de esas maravillosas y exquisitas palabras japonesas de las que tenemos mucho que aprender. En la cultura japonesa, se cree que cada uno de nosotros posee un ikigai. Esta palabra, desconocida para muchos, refiere a todo aquello que le da sentido a nuestra vida.


La problemática del ikigai es que, aunque todos lo poseamos, no todos lo encuentran, ¿Para qué estamos aquí?. A cada uno le llevará un tiempo diferente encontrarlo, pero
cuando has encontrado tu ikigai es imposible que no seas feliz.
Tal vez para comprender mejor esta palabra debemos empezar por entender que la cultura oriental da una importancia significativa a la búsqueda del equilibrio, el autoconocimiento y a través del mismo el descubrimiento de la felicidad, con el convencimiento de que la realidad es un constante cambio, que el hombre puede transformarse a si mismo en el fluir hacia esa búsqueda y que en la armonía del universo todo tiene un lugar de forma armónica y un motivo de ser.
Una palabra, una forma de ver y comprender la vida, la búsqueda de un propósito, un interesante aprendizaje.


"Un hombre, como regla general, debe muy poco a lo que ha nacido, un hombre es lo que hace de si mismo."
Alexander Graham Bell - científico e inventor británico (1847-1922)