"La muerte no es la extinción de la luz, es apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer."
Rabindranath Tagore - poeta, dramaturgo, músico, novelista y filósofo indio, Nobel de Literatura 1913 (1861-1941)
Hoy es una fecha para reflexionar, como cada 2 de noviembre es el dia dedicado a los difuntos, una celebración a la que adhieren casi todas las iglesias, que está presente en la mayoría de las culturas y momento de reconocer que la muerte es parte del ciclo de la vida, un hecho inevitable,
sobre el que el ser humano generalmente evita pensar y hablar, tal vez por miedo
a lo desconocido, tal vez miedo al dolor que significa la desaparición de los
seres queridos, tal vez miedo a nuestro propio tránsito a la otra vida.
No me voy a extender sobre ello,
pero quiero compartir un texto que ha sido atribuído al poeta y filósofo francés Charles Péguy, pero que
en realidad pertenece al canónigo inglés Henry Scott Holland basado e inspirado
en un escrito de San Agustín, se denomina ‘Death is nothing at all'/ 'La muerte no es absolutamente nada', el que originalmente fue parte del sermón que se leyera en la Abadia de Westminster en 1910 durante los homenajes en la muerte del rey Eduardo VII.
La muerte no es nada. Tan sólo he ido a la habitación de al lado.
Yo soy yo, y vosotros sois vosotros.
Lo que yo era para vosotros lo sigo siendo siempre.
Llamadme por el nombre con el que siempre me habéis llamado;
habladme como lo habéis hecho siempre,
no utilicéis un tono diferente, ni toméis un aire solemne o triste.
Continuad riendo de lo que nos hacía reír juntos.
Orad, sonreíd, pensad en mí, rogad por mí.
Que mi nombre sea pronunciado en casa como siempre lo habéis hecho,
sin énfasis de ningún tipo ni tampoco rastro de sombra.
La vida significa todo lo que siempre ha significado.
No se ha cortado ningún hilo.
¿Por qué debería estar fuera de vuestros pensamientos,
simplemente porque no nos podemos ver?
Os estoy esperando por un intervalo.
No estoy lejos, tan sólo al otro lado del camino. Todo va bien.
... ...
Es difícil entender y aceptar la muerte del cuerpo físico, y éste texto que habla de nuestra alma nos hace reflexionar, sentimos que quien se ha ido nos está hablando en un tono coloquial y sonríe mientras lo leemos, nos dice que no morimos y nos da el consuelo que necesitamos, convirtiéndose en un clásico que ha transcendido su época.
Es natural que la ausencia impuesta por la muerte nos entristezca, sin embargo si del tiempo compartido con quienes ya no están en ésta tierra, rescatamos los momentos felices, y de esa forma los recordamos podremos hacernos cargo del dolor de una manera diferente, más amable, y recordar será un modo de mantenerlos cerca, aunque no nos veamos en éste plano.
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imagen: Karen Hollingsworth
"Nadie más muere que el olvidado."
Gregorio Marañón - médico, científico, historiador, pensador y escritor español (1887-1960)
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