"La peor intolerancia es la de eso que llamamos razón."
Miguel de Unamuno - escritor y filósofo español (1864-1936)
Vivimos
en un mundo donde la pretendida y mal llamada humanidad juzga, discrimina, exige
conductas masificadas que impiden la independencia de criterios y comportamientos,
todos han de parecerse entre si
consumiendo las mismas cosas, es intolerante, obligando a buscar la
aceptación y aprobación del entorno en el que estamos insertos, para sentirnos incluídos.
Ésta
realidad me ha recordado al gran Julio Cortázar y los breves relatos de su
libro ‘Historias de Cronopios y de Famas’, y de esos relatos el del ‘Camello declarado
indeseable’, un texto imperdible con la veta surrealista y la mirada poética
para ver la cotidianidad y sus miserias.
'Aceptan
todas las solicitudes de paso de frontera, pero Guk, camello, inesperadamente es declarado indeseable. Acude Guk a la central de policía donde le dicen nada que
hacer, vuélvete al oasis, declarado indeseable inútil tramitar solicitud.
Tristeza de Guk, retorno a las tierras de infancia. Y los camellos de familia,
y los amigos, rodeándolo y qué te pasa, y no es posible, por qué precisamente
tú. Entonces una delegación al Ministerio de Tránsito a apelar por Guk, con
escándalo de funcionarios de carrera: esto no se ha visto jamás, ustedes se
vuelven inmediatamente al oasis, se hará un sumario. Guk en el oasis come pasto
un día, pasto otro día. Todos los camellos han pasado la frontera, Guk sigue
esperando. Así se van el verano, el otoño. Luego Guk de vuelta a la ciudad,
parado en una plaza vacía. Muy fotografiado por turistas, contestando
reportajes. Vago prestigio de Guk en la plaza. Aprovechando busca salir, en la
puerta todo cambia: declarado indeseable. Guk baja la cabeza, busca los ralos
pastitos de la plaza. Un día lo llaman por el altavoz y entra feliz en la
central. Allí es declarado indeseable. Guk vuelve al oasis y se acuesta. Come
un poco de pasto, y después apoya el hocico en la arena. Va cerrando los ojos
mientras se pone el sol. De su nariz brota una burbuja que dura un segundo más
que él.'
…
…
Es la mayor frustración
sentir que todas las posibilidades están cerradas, que cualquier negociación es
imposible, que no hay destino ni vida que nos permitan, que no existen derechos
ni justicia que nos ampare, no somos deseables, así sin más, … como Guk, sólo
un camello, casi un símbolo de esa intolerancia que impera y abruma, que lleva
a que sobrevivir sea al costo de mimetizarnos, ser indistintos, desvalorizados,
sometidos a la inflexibilidad y la indiferencia.
Criaturas fuertes los camellos, acostumbrados a soportar pesos e inclemencias, pero sin posibilidades ante el pensamiento cerrado, una constatación que por analogía con el hombre, deja un amargo sabor en la boca y contra lo que rebelarse es una difícil e imprescindible condición
para sentirnos humanos.
"La intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opiniones."
Gilbert Keith Chesterton - escritor y periodista británico (1874-1936)
Para mi también es un placer leerte. Seguiré visitandote. Mi saludo con infinito respeto.
ResponderBorrarUn cuento tan actual en el tiempo como en la situación planteada. En un contexto cotidiano todos nos encontramos con trabas sin justificación, mentes cerradas, negociaciones imposibles, obstáculos insalvables y nos hace sentir muy mal.
ResponderBorrarSiempre me sorprendo con la variedad de temas que traes aquí. Saludos Irene
Gracias por visitarnos y tomarte el tiempo para comentar Irene.
BorrarMuy bueno leerte
ResponderBorrarGracias Anónimo por tus palabras y el tiempo dedicado a pasar por aquí. Me alegra que los temas sean de tu interés y agrado. Espero regreses a visitarnos.
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