ebemos ser responsables de nuestras palabras, ellas son una prolongación de nuestros pensamientos. Con ellas podemos
herir, a los demás y a nosotros mismos, o nos podemos sentir bien. Hablemos con sencillez y naturalidad
No digamos nunca algo de lo que después nos tengamos que arrepentir.
Las palabras son la imagen de nosotros mismos, de lo que pensamos, sentimos y hacemos, utilicemos palabras respetuosas, amables y justas, que sirvan para tender puentes, no para levantar muros.
La capacidad de comunicarnos es un regalo, un privilegio que incluye una gran responsabilidad; las palabras dejan huella, tienen poder.
Pensemos antes de hablar, no lo hagamos cuando el enojo nos impida razonar, sólo hablemos cuando estemos calmados y en paz. Una palabra amable, puede suavizar las cosas; una palabra alegre, puede
iluminar el día; una palabra oportuna, puede aliviar la carga; una
palabra brutal, puede herir o matar.
De las palabras depende, muchas
veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
“Algunos dicen que / cuando se ha dicho / la palabra muere / os digo sin embargo que / en ese preciso día / empieza a vivir.”
Emily Dickinson - poeta estadounidense (1830-1886)
De acuerdo, es el poder del verbo,todo pensamiento se materializa, tarde o temprano, y la palabra es un instrumento del mismo.El universo es mente.(Cito a Hermes Trimegistro)
ResponderBorrarNo se puede leer bien por la gama de colores
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