Abel Pérez Rojas - Poeta, educador y comunicador mexicano contemporáneo
La tradición cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que
iban guiándose por una estrella -La estrella de Belén- que les condujo
en el camino. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron,
ofreciéndole oro ( presente conferido a los reyes), incienso (empleado
en el culto de Dios) y mirra (embalsamador para los muertos,
representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús).
De hecho no eran reyes, no venían de Oriente, no eran tres, ni eran magos como conocemos ahora, sino conocedores de la astronomía.
En algunos países existe la costumbre de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos, en la madrugada del 6 de enero y es normal que los niños escriban antes una carta dirigida a los reyes solicitando los regalos que desean así como asegurando su buen comportamiento durante el año ya que, según la tradición, los niños que se portan mal reciben carbón dulce en vez de regalos.
Este fantástico ritual a atravesado los tiempos y se sigue manteniendo hasta hoy, atrapando en su magia la ilusión de los más pequeños por la sorpresa de lo que recibirán, y el afán de los mayores por mantener esa ilusión.
Hagamos los pedidos aceptándonos como niños, con deseos, ilusiones y espectativas.y si es posible -porque en la ruta de los reyes, los pobres quedan al margen- ayudemos a que otros menos afortunados tambien puedan vivirlo.
Asumamos tambien nuestro rol de hacedores de los regalos y disfrutemos con ello viendo la felicidad en otros rostros, aportando además nuestros deseos de tolerancia y paz para el mundo, en beneficio de la felicidad de todos los niños del planeta.
"Pediré a los reyes magos,/ que la paz reine en la tierra,/ que a los niños con halagos,/ alejemos de la guerra."... Autor desconocido por mi
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