"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

domingo, 15 de diciembre de 2013

La ternura - capacidad de acariciar el alma

"Me aparto de la gente que considera a la insolencia valor, y cobardía a la ternura. Y también me aparto de aquellos que consideran charlatanería a la sabiduría e ignorancia al silencio".
Khalil Gibran - poeta, pintor, novelista y ensayista libanés (1883-1931)

La ternura es la capacidad de acariciar el alma, es bálsamo para heridas, la "terapia" perfecta, precisa, propicia, y preciosa, no está en lo grande, ni en lo que se destaca, está en lo sencillo, en esas pequeñas cosas de todos los días...

Un trato amable, delicado, una caricia, un guiño, un beso son elementos que forman parte de la ternura; a todos nos gustan esos pequeños detalles inesperados, que nos digan que nos quieren, no porque tengamos dudas o lo ignoremos, sólo porque ese te quiero nos hace sentir bien.

La ternura es a la vez un impulso, un sentimiento y una actitud, es un fenómeno complejo que está en la constitución del hombre, algunos pueden pensar que es de frágiles, de aquellos que no encajan en éste mundo actual, sin embargo el vacío de ternura en la niñez es lo que resiente el comportamiento en los adolescentes

La llave de apertura es el estar dispuestos a abrirnos para recibirla, eso... ya es una manifestación de la ternura, nace de la capacidad de asombrarse de lo bueno que hay en el mundo. No es privativo de la mujer manifestar ternura, tambien el hombre puede hacerlo, es un movimiento que nos arrastra hacia un camino repleto de sensaciones y sentimientos entre los que se entremezclan la benevolencia, la aceptación, la calidez y el abandono, pero también la confianza, el estímulo y el asombro.

Para seguir este camino lo único que hay que hacer es abandonar los miedos, dejar atrás los prejuicios, y enfrentarnos a todo cuanto pueda depararnos, no es solamente algo físico, es una emoción sutil, una mirada de asombro, un saber dar y recibir.

La ternura necesita del silencio que se crea cuando escuchamos lo que dice la otra persona o intentamos participar de sus vivencias y sentimientos, es algo dulce y llena de confianza, es una palabra, una mirada. Es lo que convierte la existencia del otro en nuestra segunda piel, es el camino que nos conduce hacia la abundancia espiritual.

No es un estado permanente, en ocasiones somos reacios a demostrarla, sin embargo es la posibilidad de crear un espacio en el que acoger al sabio y al niño que llevamos dentro; al héroe o al príncipe, al hombre o la mujer que seguimos buscando en nosotros mismos.

La ternura es el arte de "sentir" a la persona, al ser humano, es una actitud amable y afectuosa repleta de humanidad, es eso que... vitaliza al viejo... duerme al niño... y desarma al hombre.

Cultivarla, compartirla y disfrutar de su magia, es capaz de generar una profunda felicidad

"Endurecerse sin perder la ternura jamás".
Ernesto "Che" Guevara - político, escritor, periodista y médico argentino-cubano (1928-1967)

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