"... la palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre ..." - San Juan - 1,1-18
La celebración de la Navidad es símbolo de fiesta y alegría aunque cada día menos una fiesta religiosa y cada día más un festejo familiar.
Quizás deberíamos maravillarnos que a pesar del materialismo que rodea la navidad, de leyendas como papá Noel, la influencia de aquel niño que nació en Belén sigue estando, pero se ha convertido en una fiesta familiar.
Es bueno que la familia se reúna, que se vea, será una manera de que el amor y la familia sigan existiendo, asentados hoy sobre aquella humilde familia del pesebre de Belén.
La Navidad de Jesús es una Navidad religiosa, sin embargo alegrémonos que aun en medio de la navidad mercantil siga existiendo el amor entre nosotros y que la familia sea la cuna y el sostén de ese amor.
La Navidad sirve frecuentemente para hacer un alto en la vorágine de nuestra vida y a veces hasta cambiamos en algo. Lo bueno sería que este cambio se arraigara en nosotros. Si el encuentro sirve para amarnos un poco más, ya es Navidad en nuestro interior.
Si estamos atentos a lo que otros necesitan, será una forma de salirnos de nosotros mismos y el amor crecerá, convirtiéndose en una fiesta para todos. Una Navidad que estará por encima de arbolitos, guirnaldas, banquetes y hasta por encima de aquel portal de Belén, porque el espíritu de aquel pesebre está en que todos seamos parte de la Navidad, de la forma que cada uno pueda y quiera.
Para el cristiano la fiesta de la Navidad tiene tres dimensiones: mira hacía el pasado, mira hacia el presente y sobre todo mira hacia el futuro.
Navidad significa que el Redentor ya ha venido, según el Antiguo Testamento, pero al mismo tiempo es la esperanza del Nuevo Testamento, que la llegada de Jesús se concrete en el corazón de cada hombre, caminando hacia un mundo mejor.
Día de la Familia. es la denominación en un Estado laico, o para las personas que así lo sienten, pero eso no impide su celebración por todos con independencia de religiones, de creyentes o no creyentes.
La imagen del nacimiento del Redentor, es la imagen de La Familia, célula básica de nuestra sociedad. Esa misma familia que hoy, aquí y en este mundo de locura, sufre modificaciones y deterioros, presencia y tradición. Esa familia que aún en sus cambios de constitución debe dar sostén y valores a la sociedad.
Detengamos la urgencia del cotidiano vivir y acudamos por un instante a un sitio de nuestros corazones para reflexionar proponiéndonos cumplir los sueños y lograr los desafíos que los próximos 365 días nos traigan, tratando de ser más justos, tolerantes y solidarios de lo que fuimos hasta hoy.
Que ese día nos encuentre reunidos alrededor de la mesa, para brindar juntos. Feliz Navidad para todos !!!.
"Se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Perdonar como el Señor os perdonó a vosotros." – Colosenses 3:13
"Se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Perdonar como el Señor os perdonó a vosotros." – Colosenses 3:13
No hay comentarios.:
Publicar un comentario