Llegar al final de
un año es un buen momento para hacer un balance de situaciones y hechos de nuestra
vida, que vivimos en el año que se va, decidir que puertas cerrar y cuales situaciones justifican
que es la oportunidad y momento de soltar lo viejo, todo aquello que aunque nos resistamos ha terminado, lo que signifique un lastre.
Es liberarse,
perder el miedo, confiar, ser auténtico, tener el valor de hacer algo, tal vez
eso que nunca imaginamos poder hacer.
Es ser libre de
angustias, dolor, es dejar atrás lo que nos impide vivir o nos hace infelices,
es buscar un nuevo sentido a la vida.
Nunca es tarde
para confiar más y temer menos, para dejar fluir, dar vuelta la página y dejar ir. Sacar los resentimientos, perdonar
deudas. Es tiempo de quitar las piedras del camino, eligiendo la
aceptación, con espíritu tranquilo, sin juzgar.
Los hechos ocurren y hay que dejarlos ir, no somos hoy los mismos que fuimos hace dos días, o un año atrás, y el entorno
tampoco lo es. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Es tiempo de soltar y desprenderse.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, por
eso es tan importante -por doloroso que
sea- dejar libre un espacio para que
otras cosas ocupen su lugar. Puede ser una experiencia triste pero necesaria.
La vida es adelante, si insistimos en permanecer donde estamos, perderemos la alegría,
lograr el desapego nos permitirá empezar un nuevo recorrido con proyectos y
metas renovadas. No busquemos excusas, ni nos permitamos quedar presos de situaciones que nos limitan o nos hacen daño.
Un día nos daremos cuenta que ya no hay más tiempo para hacer aquello
que siempre hemos querido hacer. La cuestión es encontrar y mantener el equilibrio entre la libertad personal -para ser fieles a nosotros mismos- y la posición de permanecer abiertos a los cambios y sin ataduras .
La decisión es nuestra, ... el momento es ahora !!!.
Imagen: Rafael Olbinski
"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos."
Eduardo Galeano - escritor uruguayo contemporáneo
Detenernos y ver como está nuestra vida, -aunque sólo sea una vez al año- es necesario para saber donde y como caminamos.
ResponderBorrarIr por la vida arrastrando situaciones que nos hacen mal sólo sirve para entorpecer, retrasar o hasta inmovilizarnos, impidiendo el crecimiento que como personas debemos tener.
Saludos Maria