"Si sabes esperar la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz." - Steve McCurry - fotoperiodista estadounidense contemporáneo
James Mollison fotógrafo keniata que actualmente vive en Italia es autor de un gran
trabajo -luego de 4 años de investigación- llamado “Where children sleep” (Donde duermen
los niños), un libro de fotografías publicado en el año 2010 que cuenta con el apoyo de la
ONG “Save the children”, donde el autor refleja la vida de más de
200 niños de distintos países y diferentes clases sociales a través de la imagen de su dormitorio.
Una forma diferente de abordar las complejas situaciones y problemas
sociales que afectan a los niños para dar a conocer, protestar por sus derechos, comparar y reflexionar sobre las enormes diferencias, pobreza y riqueza, terribles injusticias y tremendos excesos e inequidades del mundo frente a la realidad de los niños en cada situación.
Esta es sólo una muestra de su trabajo:
Dong, de 9 años, vive en Yunnan, China, con sus padres,
hermana y abuelo. Comparte dormitorio con sus padres y hermana. La
familia tiene terreno como para plantar arroz y
cañas de azúcar. En las tardes, emplea una hora haciendo los
deberes del colegio y una hora viendo la televisión. De mayor quiere ser
policía.
Lamine, de 12 años, vive en Senegal. Es alumno de la escuela coranica de
la aldea, que no admite a chicas. Comparte dormitorio con otros chicos,
donde las camas tienen las patas hechas con ladrillos. Trabaja desde las seis de la
mañana en la granja-escuela de la aldea, donde
aprende agricultura y ganadería. Por la tarde, aprende el Coran.
Kaya, de 4 años, vive con sus padres en un pequeño apartamento de Tokio,
Japón. Su dormitorio esta repleto, desde el suelo hasta el techo, de
ropa y muñecas. La madre confecciona todo su vestuario: tiene
30 vestidos y abrigos, 30 pares de zapatos y numerosas pelucas. Su
madre gasta $1,000 mensuales en su guardarrop.
Thais, de 11 años, vive con sus padres y su hermana en la tercera planta
de un bloque de pisos en Rio de Janeiro, Brasil, en el barrio Cidade de Deus, concido antiguamente por el
trafico de drogas y la rivalidad entre las bandas mafiosas. Comparte dormitorio
con su hermana. De mayor le gustaría
ser modelo.
Este chico anónimo llegó desde Rumania con su familia, duerme en un colchón en un descampado de
las afueras de Roma. Son indocumentados, y no pueden conseguir un trabajo legal. Sus padres ganan
dinero limpiando parabrisas de coches en los semáforos a cambio
de la voluntad de los conductores. Nadie en su familia ha ido a la
escuela.
Indira, siete años, vive con sus padres, y hermanos, en Katmandú, Nepal. Su casa tiene una sola habitación, una cama y un colchón en el suelo compartido por los nilños. Indira trabaja 6 horas al día en la cantera de granito desde los tres años. 150 niños trabajan allí. Ayuda a su madre en el hogar y asiste a la escuela, situada a 30 minutos a pie. Le gustaría ser bailarina cuando sea mayor.
En el enlace siguiente se pueden ver mas fotos.
"Lo más importante no es la cámara, sino el ojo." - Alfred Eisenstaedt -
fotógrafo, fotoperiodista y teórico de la fotografía alemán-estadounidense (1898-1995)
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