Mario Benedetti - escritor uruguayo (1980-2009)
Las caricias también curan ... el contacto humano es tranquilizador.
Según el diccionario caricia significa: Halago, demostración de cariño.
Para los que utilizan el Análisis Transaccional, caricia significa: Estímulo social dirigido de un ser vivo a otro, que reconoce la existencia de éste.
Las
caricias son estímulos positivos que determinan nuestra madurez emocional e
incluso nuestra evolución como personas … mejoran nuestra autoestima eliminan
los dolores físicos y del alma.
Un
abrazo, una caricia, un beso, el contacto físico son como la luz del sol, la brisa que
acaricia, el agua o el alimento, necesarios para vivir y sentirse vivo, y cuando
alguien nos toca, el cerebro percibe convirtiendo esa sensación en sonrisa, buen humor, expresión agradable.
Esos
gestos tienen más
poder sobre nosotros que cualquier medicamento. Un abrazo, una mano pasando por
nuestro rostro o espalda libera oxitocina. Esta hormona es capaz de inducir al
cuerpo a un estado de relajamiento, siendo una gran defensa contra la tristeza
y la depresión.
No
podemos olvidar, que los abrazos o el simple
contacto de una mano sobre nosotros son la expresión de sentimientos
compartidos, propician la confianza y demuestran no sólo afecto, sino también
entrega, curan las frustraciones, los rencores y muchas enfermedades.
El
contacto humano tiene un claro efecto tranquilizador, se trata de un sencillo
bálsamo donde nos sentimos integrados y reafirmados. Si una persona no recibe
contacto alguno puede entrar en un proceso de tristeza y aislamiento donde es
muy fácil caer en una depresión. Sin importar la edad: bebés nacidos prematuramente, niños que se sienten abandonados, parejas que
van perdiendo poco a poco el vínculo hasta llegar al fracaso, ancianos sin
estímulos a su alrededor que les aporten cariño o comprensión …
Hasta
los animales buscando nuestra cercanía y obligándonos a pasar la mano sobre
ellos, dándonos su cariño y esperando sentirse queridos, nos demuestran la necesidad del ser humano de recibir esos gestos sencillos para los que no se necesita entrenamiento ni experiencia porque son la manifestación espontánea del sentimiento.
"El amor es para el niño lo
que el sol para las flores. No le basta pan: necesita caricias para ser bueno
y para ser fuerte."
Concepción Arenal - escritora española (1820-1893)
Las caricias son un lenguaje sanador, -a cualquier edad- las necesita el niño y las necesita el anciano, entibian el corazón y el alma.
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