Fernando Sánchez Dragó - escritor, ensayista, novelista y crítico literario español contemporáneo.
Criticar
es escoger, elegir, por lo tanto juzgar, juzgar el valor de una cosa en función
de una regla o un ideal. Tiene, entonces, un significado cercano a
"criterio", "discernimiento" o "análisis". Éste
sería el sentido de la auténtica actitud crítica. Y así afirmamos que posee una
positiva capacidad crítica, buen criterio, la persona que no se somete a los
tópicos dominantes, que se atreve a pensar por cuenta propia, midiendo su
conocimiento por la realidad, en una continua búsqueda de la verdad de las
cosas.
Sin
embargo, debemos distinguir entre la actitud crítica a ultranza, y la actitud crítica auténtica.
De
forma natural el hombre busca comunicar sus pensamientos e influir en los demás
con su opinión para lograr cambios en la familia, la sociedad, el trabajo o la
escuela, sin embargo, corremos el riesgo de sujetarnos únicamente a nuestro
particular punto de vista e intereses, sin atender a las necesidades o
propósitos que tienen los demás.
Es común
que la tendencia a criticar se propague sin ton ni son y convertimos la crítica
en una forma de oposición y rechazo a todo aquello que no nos gusta; observando
y manifestando inconformidad casi de todo: el modo de vestir, las opiniones, la
forma de gobierno, las normas de vialidad, la conducta del vecino... y muy
pocas veces, hacemos un juicio objetivo y valiente sobre nuestro comportamiento
y modo de pensar.
Cualquier
crítica debe hacerse responsablemente a través de la reflexión, considerando
las implicaciones que podría tener; el
respeto que debemos a las personas, procurando actuar con justicia e interés
por el prójimo, examínándonos con el mismo rigor y criterio, no sea que tengamos
los mismos defectos que criticamos en otros.
Asimismo cuando nos toque recibir la crítica no lo veamos como algo personal, sino como la opinión sobre algo que hemos hecho, que no satisface las expectativas de quien lo está valorando. Con la
crítica constructiva en una actitud
madura y responsable se desarrollan otros valores: lealtad, honestidad,
sencillez, respeto, amistad, ... por el contrario quien sólo critica permaneciendo
en una actitud de disconformidad frente a cualquier situación sólo logra una
estado de disgusto permanente que influye negativamente en su forma de ser y
carácter, impidiéndole disfrutar de una vida sana, completa y feliz.
"La crítica convertida en sistema es la negación del conocimiento y de la verdadera estimación de las cosas."
Henry F. Amiel - escritor suizo (1821-1881)
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