"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

sábado, 18 de enero de 2014

Respeto - una forma de relacionarnos con el mundo

"Gran parte de la vitalidad de una amistad reside en el respeto de las diferencias, no sólo en el disfrute de las semejanzas."
James Fredericks - Filósofo idealista inglés (1808-1864).

¿Confundimos el respeto con los buenos modales o la amabilidad?. 

El respeto es una actitud sobre la cual se sustentan ética y moral, en cualquier campo, -interpersonal, grupal, laboral o entre países- y en cualquier época.

Es aceptar y comprender tal y como son los demás, su forma de ser y pensar aunque sea diferente de la nuestra, -teniendo en cuenta que las diferencias nos enriquecen-, sin importar condición física, intelectual, moral o social, pobres, ricos, sabios o ignorantes, niños o ancianos.

Debe estar presente siempre en nuestra relación con los demás, debe ser la forma de conducirnos por la vida, y aunque pueda ser difícil hay que cultivarlo y alimentarlo en el corazón, llevando implícita la tolerancia, justicia, consideración y honestidad sin por ello dejar de defender las propias ideas.

Tambien se deben respetar las normas establecidas y todo aquello que nos rodea, plantas, animales, rios, lagos y mares, la creación lo merece y lo contrario ocasiona desequilibrio ecológico y desastres naturales. 

Somos almas libres, cuando ayudamos a otros en el camino para evolucionar debemos respetar el libre albedrío, cada ser debe recorrer su propio camino,

Pero el respeto comienza por nosotros mismos valorándonos y teniéndo confianza en nuestras capacidades, evitando lo que nos perjudique, para vivir la vida de manera satisfactoria. Immanuel Kant en su filosofía moral sostiene que los seres humanos deben ser respetados porque son un fin en si mismos y poseen el valor de la dignidad.

Debemos reconocer el valor inherente y los derechos innatos de los individuos y de la sociedad. Conocer el valor propio y honrar el de los demás es la auténtica manera de ganar respeto.

La grandeza de la vida está presente en cada uno, por lo que todo ser humano tiene el derecho a la alegría de vivir con respeto y dignidad.

“Teniendo respeto y reverencia por la vida, entramos en una relación espiritual con el mundo.”
Albert Schweitzer - médico, filósofo, teólogo protestante, y músico franco-alemán, Premio Nobel de la Paz en 1952 (1875-1965)

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