"El buen humor es en la mayoría de las personas alegres el satisfactorio resultado de una tenaz disciplina."
Edwin Percy Whipple - ensayista y crítico estadounidense (1819-1886)
Cada
uno vive la vida como siente, como puede, en general el carácter marca una
forma de ser, hay personas alegres y otras no tanto, también influye la manera
y el ambiente en que fuimos educados, donde crecimos y el entorno que nos rodeó,
y sin duda hay personas capaces de sobrellevar sus peores circunstancias con
buen ánimo, tratando en lo posible de poner una cuota de buen humor que ayude a
transitar con menos pena, las penas que naturalmente a todos nos llegan.
La
vida en si misma se encarga de hacer que con el transcurrir de los años, vayamos
perdiendo la capacidad, -que cuando niños tuvimos-, de reir con facilidad, de
encontrar, casi ingenuamente, gracia en el acontecimiento más tonto, las responsabilidades se suben
a nuestras espaldas y con ellas esa pretendida seriedad que en algún punto de
nuestra historia incorporamos como la postura más adecuada cuando debemos
resolver situaciones importantes.
Sin
embargo quienes consiguen escapar a ese estereotipo y logran darse cuenta e
incorporar la idea de que una sonrisa resuelve muchos problemas pueden
desdramatizar los problemas, saliendo del lugar de victima, enfocándose con
mayor claridad y mejor disposición para encontrar soluciones cuando las hay o
aceptar lo que no pueda ser modificado, aún ante hechos graves.
El buen humor es el mejor condimento para que la vida transcurra de una manera más armoniosa
y descontracturada, no nos inhibe de hacernos cargo de lo que debamos afrontar,
pero permitiéndonos ser amables con nosotros mismos, disculpándonos cuando sea
necesario, dejando que la alegría sea una alternativa instalada en nuestra
vida.
Sonreir
a la vida, a las personas y a las circunstancias será la mejor manera de
aceptar lo que nos toque vivir con alegría, incluso mejorar la salud, una buena forma de relativizar y alivianar
las cargas, de relacionarnos con vínculos positivos, el buen humor -incluso aquel
que nos hace reir de nosotros mismos-, será un ejercicio que revitalizará saludablemente
nuestro estado de ánimo, el recurso mejor que nos acerque a disfrutar
plenamente del camino.
"En el fondo tener sentido del humor es ser consciente de la relatividad de las cosas."
Antonio de Senillosa y Cros - licenciado en derecho y político español (1928-1994)
Un placer leer tus escritos.
ResponderBorrarUn calido saludo.