"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

jueves, 26 de junio de 2014

Chocolate - 'alimento de los dioses', ... y de casi todos los pueblos del planeta

"La tierra regala riqueza profusamente y alimento pacífico. Y os brinda alimentos que están libres de muerte y de sangre."
Pitágoras - filósofo y matemático griego (569-475 AC aprox.)

¿Hemos pensado en algún momento cuando disfrutamos una taza de chocolate caliente o un exquisito bombón cuál ha sido su origen perdido en el tiempo?

Hace más de 2,500 años, el cacao ya era cultivado por los mayas, una de las más grandes culturas precolombinas que alcanzó niveles excepcionales de desarrollo, la producción más importante estaba en la región de Xoconusco, en la Costa Sur de Guatemala y según sus mitos un ratón había revelado al dios Ek-Chuah el uso de este manjar y estaba bajo su protección, preparando con él una bebida que tomaban caliente sin endulzar.

El nombre “cacao” deriva de la palabra náhuatl cacahoatl o cacahuatl, que significa “jugo amargo”, y “chocolate”, lo hace de la palabra maya chocol, esto es, “caliente” y “agua”, respectivamente. Imágenes de vainas de cacao fueron talladas por los mayas en las paredes de los templos de piedra en la América Central y los escritos mayas ya se refieren al cacao como "alimento de los dioses"

Los aztecas aprendieron de los mayas el cultivo y el uso del cacao, llamando cacahuat al cacao y xocolatl a la bebida aromática que se obtenía de sus frutos, siendo el xocolatl apreciado como reconstituyente para dar fuerza y despertar el apetito sexual, tratar la fatiga, aumentar el peso de los desnutridos, estimular el sistema nervioso, mejorar la digestión y estimular los riñones.

Las semillas de cacao fueron llevadas a Europa por primera vez por Cristóbal Colón y presentados a los Reyes como objetos extraños, maravillosos y curiosos.  En los años de la conquista española Hernán Cortéz lo describió al emperador Carlos V asegurándole que bastaba con una taza de esa bebida indígena para sostener las fuerzas de un soldado durante todo un día de marcha.

Fue utilizado como moneda de cambio, costumbre que perduró hasta años después de la conquista española; de hecho, Hernán Cortés pagaba a sus soldados con cacao, Y comenzó a enviarlo a España por lo que pronto se empezó a usar allí como bebida medicinal fortificante, al principio solo por los nobles de la Corte dada su escasez y valor, uso que después se generalizó.

El cacao más apreciado en aquella la Nueva España era el de las provincias de Tabasco y Soconusco por sus semillas grandes, oleaginosas y de buen sabor, hoy sólo se cultiva en una estrecha zona delimitada por los trópicos de Cáncer y Capricornio, donde hay los niveles de calor y humedad necesarios.

El nombre científico del árbol de cacao es Theobroma dado por el naturalista Carolus Linnaeus en el siglo XVIII y significa en latín “alimento de los dioses”. Este árbol es símbolo de abundancia, gobernabilidad y ascendencia (raza, casta) y sirve como un conducto metafórico por el cual las almas de los humanos y los dioses viajan a través de la tierra, el cielo y el infierno.

El fruto del árbol de cacao es una “mazorca”, carnosa, oblonga, amarilla o purpúrea, de 15 a 30 centímetros de largo; cada mazorca contiene por lo general entre treinta y cuarenta semillas incrustadas en la pulpa, grandes, del tamaño de una almendra, de sabor amargo, recubiertas por una pulpa de color blanco y de sabor dulce y acidulado. Esas son las “habas” o “granos” de cacao, un alimento nutricionalmente muy completo, un antioxidante natural con efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular y cerebral y aunque aún falta mucho por investigar desde el punto de vista científico se podría aplicar la frase de Hipócrates afirmando: “Deja que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina tu alimento”.

Se extendió a través de los años por Europa, desde Portugal llegó a Africa y fue muy apreciado por Estados Unidos durante la guerra como parte del alimento de sus tropas.

Un ingrediente que por su versatilidad puede ser incorporado a preparaciones dulces o saladas y que cuanto más amargo y más oscuro sea mejores beneficios aportará hoy convertido en alimento de prácticamente todos los pueblos del planeta que debemos agradecer a nuestros ancestros indígenas.

"Dios le dio alas a los ángeles y chocolate a los humanos." - Anónimo
 

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