Mario Benedetti – escritor y poeta uruguayo (1920-2009)
La rutina –uno de los mayores problemas de la sociedad actual- es
ese ritmo cotidiano repetitivo sin incentivos ni variaciones donde cada día es
exactamente igual al anterior y seguramente igual al que seguirá, que termina en el aburrimiento y la frustración.
Hay excepciones, en las que existen acciones reiteradas en forma cotidiana como levantarse a la misma hora, concurrir a trabajar o estudiar, realizar actividad para estar en buen estado físico, seguir una dieta para manterner el estado de salud, etc, en las que podríamos aceptar como buena la rutina, pero no es esa rutina a la que nos queremos referir.
Es esa forma de vida en la que alegrías y tristezas, éxitos y fracasos son
parte de un todo donde nada sobresale, donde los sentimientos y las emociones están
quietos o no existen, donde nos movemos por reflejo sin estímulos o alicientes que
movilicen de alguna forma.
Pueden existir momentos personales significativos que nos sacudan y nos
permitan percibir la rutina en que estamos inmersos, sin embargo no es raro que
digamos: 'Hoy no es el mejor momento; mañana, sí'. Pero no son muchas las
oportunidades que tenemos de enfrentarnos con nuestros objetivos.
Tenemos que
aprovecharlas para incitar cambios que mejoren nuestras vidas sacándonos de la
rutina, haciéndonos reaccionar.
Los nuevos comienzos pueden crear un sentimiento de separación de lo
que fuimos en el pasado y de los fallos que cometimos.
Ver la posibilidad de un cambio de vivienda, tomar un curso de idiomas, correr el maratón que siempre quisimos, abrir una cuenta de ahorro, o un cambio de empleo, intentar un cambio de lugar en el mobiliario de la casa en que vivimos, acercarnos a una organización benéfica en la que podamos colaborar, incorporarnos a un coro en forma recreativa, etc. cosas todas que nos movilicen y activen nuestra forma de ver la vida involucrándonos y no viéndola pasar.
Embarcarse en un nuevo punto de partida es una forma de sacudir esa rutina que nos inmoviliza, cambia nuestro estado de ánimo y nos hace entrar en un ritmo diferente de vivir, amar, arriesgar, y disfrutar.
Fijemos las prioridades, la vida es para ser vivida y no para verla pasar, las cosas suceden si uno las busca. las satisfacciones hay que salir a perseguirlas. Puede ser pereza o miedo lo que nos detenga, la rutina inmoviliza, agobia y cansa, no permitamos que se pierdan en al camino el interés, las ilusiones y la alegría.
“La rutina es el hábito de renunciar a pensar.”
José Ingenieros - médico, masón, psiquiatra, psicólogo, criminólogo,
farmacéutico, escritor, docente, filósofo y sociólogo ítaloargentino
(1877-1925)
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