“Muchas
cosas tienen reputación, no por su valor, más por flaqueza nuestra.”
Séneca – filósofo,
político, escritor y orador romano (4 a.C-65 d.C.)
Hay
gente que va por la vida convencida de que si posee muchas cosas eso le agrega
valor y le da un status social superior, y no se trata de despojarnos de
aquello que necesitamos, nos resulta útil o nos da placer, sino de aquellos que
acumulan objetos –algunos de alto valor económico- pensando que de esa manera
aseguran su posición en la sociedad, igualmente a la inversa algunas personas
caen en el error de pensar que si hacen regalos de gran valor serán mejor
aceptados y más queridos.
El
valor de los objetos está relacionado a la utilidad que prestan y también a la escasez
o dificultad que presente el obtenerlos, dependerá de la calidad y duración de los
mismos y la necesidad que quien los compra de contar con ellos. Y sin duda de
los materiales con que esté realizado, si es fabricado en serie o de forma
artesanal.
Pero
hay algo más importante aún y que excede el valor monetario, que tiene que ver
con el que nosotros le damos muchas veces a objetos sencillos, dependiendo de
cuanto nos costó obtenerlo, de quien lo recibimos, o que recuerdos representa.
Son pequeñas cosas cuyo valor pasa por lo humano y afectivo.
Es
necesario tener claro que la felicidad no está en cuanto tenemos y que el valor
que los objetos tienen está relacionado a lo que signifiquen para nosotros.
Nadie en su sano juicio tiraría sin darle valor e importancia un anillo de oro
o un instrumento importante, despojándose de todo para vivir como asceta, se
trata de encontrar el equilibrio en el que valoremos especialmente todo aquello
que toque los sentimientos.
Tal
vez es buen momento de revisar nuestras creencias, - el actual modo de vida nos
lleva sin darnos cuenta al consumismo-, todos cambiamos a lo largo de la vida y
a veces es importante hacer un alto para replantearnos esos valores que tenemos
como paradigmas, y ver si nos seguimos reconociendo, podemos comprar objetos y
regalarlos si así lo sentimos, pero también podemos dedicarnos tiempo,
querernos y hacer igual con quienes nos rodean.
Es
tiempo de no seguir confundiendo valor con … precio …
“Las cosas
sólo tienen el valor que les damos.”
Moliere – Jean-Baptiste
Poquelin – dramaturgo, humorista y comediógrafo francés (1622-1673)
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