Julio Cortázar - escritor, traductor e intelectual argentino nacido en Bélgica. Optó por la nacionalidad francesa en 1981 (1914-1984)
El mate es una infusión
preparada con yerba mate,
característica de algunos países latinoamericanos de la que se tiene
conocimiento desde que los españoles llegaron a América allá por el 1500 cuando
se encontraron con muchas cosas nuevas como la papa, el maíz, el tomate, la
mandioca y la "yerba".
La primera referencia del uso aparece en el libro de Ruíz Díaz de Guzmán "Breve Historia de etapas de Cosquista" de 1612, donde se relatan las observacionres del Adelantado Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) en 1592, quien señala que los indios –habitantes nativos-, llevaban junto a las armas, unas pequeñas bolsas de cuero "guayacas" en las que guardaban hojas de yerba mate triturada y tostada ‘caa-I’ que masticaban o colocaban en una calabaza llamada ‘caaiguá’, agregaban agua y sorbían ya sea usando sus dientes como filtro o por medio de un canuto de caña, de nombre ‘tacuapí’, y si bien en un primer momento estuvo prohibida por considerarla un vicio luego se constató que esas hojas ‘les daban mayor resistencia para las largas marchas o en las labores diarias.‘
La primera referencia del uso aparece en el libro de Ruíz Díaz de Guzmán "Breve Historia de etapas de Cosquista" de 1612, donde se relatan las observacionres del Adelantado Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) en 1592, quien señala que los indios –habitantes nativos-, llevaban junto a las armas, unas pequeñas bolsas de cuero "guayacas" en las que guardaban hojas de yerba mate triturada y tostada ‘caa-I’ que masticaban o colocaban en una calabaza llamada ‘caaiguá’, agregaban agua y sorbían ya sea usando sus dientes como filtro o por medio de un canuto de caña, de nombre ‘tacuapí’, y si bien en un primer momento estuvo prohibida por considerarla un vicio luego se constató que esas hojas ‘les daban mayor resistencia para las largas marchas o en las labores diarias.‘
La zona por excelencia de la
Yerba Mate eran los territorios ocupados actualmente por parte de Paraguay y en
las provincias argentinas de Corrientes y Misiones. Los españoles bebieron este
brebaje en un recipiente denominado "Bernegal" utilizando un
apartador en forma de cuchara con orificios, con el cual separaban el agua de
las hojas, desconociendo que su origen era de un árbol, siendo aceptada como
bebida estimulante, al igual que el té, cuando los personajes más importantes
de la ciudad de Asunción la incorporaron a la dieta.
En
sus Memoria del fuego I, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, nos relata la leyenda de la yerba mate.
"La
luna se moría de ganas de pisar la tierra. Quería probar las frutas y bañarse
en algún río.
Gracias
a las nubes, pudo bajar. Desde la puesta del sol hasta el alba, las nubes cubrieron
el cielo para que nadie advirtiera que la luna faltaba.
Fue
una maravilla la noche en la tierra. La luna paseó por la selva del alto
Paraná, conoció misteriosos aromas y sabores y nadó largamente en el río. Un
viejo labrador la salvó dos veces. Cuando el jaguar iba a clavar sus dientes en
el cuello de la luna, el viejo degolló a la fiera con su cuchillo; y cuando la
luna tuvo hambre, la llevó a su casa. «Te ofrecemos nuestra pobreza», dijo la
mujer del labrador, y le dio unas tortillas de maíz.
A la
noche siguiente, desde el cielo, la luna se asomó a la casa de sus amigos. El
viejo labrador había construido su choza en un claro de la selva, muy lejos de
las aldeas. Allí vivía, como en un exilio, con su mujer y su hija.
… …
Y
aquella primitiva “yerba
del demonio” cultivada en las Misiones jesuíticas, se transformó en el “benéfico té del
Paraguay”, lo que en su origen fue estigmatizado pasó a formar parte de las
costumbres criollas, cebar, recibir y devolver el mate suponía un ceremonial,
lo que se acostumbraba a tomar en las mañanas y tardecitas actualmente se hace
a toda hora, lo que se hacía en el ámbito hogareño hoy ha ganado la calle, la
oficina, el local de enseñanza, la reunión política o sindical, somos materos
itinerantes, como señala el antropólogo uruguayo Daniel Vidart,
‘ … El mate se va
haciendo cada vez menos un ritual mágico/terapéutico como era para la población
indígena y se vuelve cada vez más un ritual de sociabilidad, un ejercicio que
reúne.'
Para
quienes vivimos en tierras en que su uso es común, el mate es mucho más que una
infusión, es una costumbre, un compartir con otros o con nosotros mismos en
solitario. Es un ritual de conversaciones y silencios, un momento especial en
el que no existen diferencias, ni opiniones encontradas, es respeto, compañía,
hospitalidad y cercanía, es ser y saber estar, es dejar de lado diferencias, una
forma de socializar, un sello de identidad cultural.
“La identidad de una
nación se refleja menos en su política que en las historias que cuenta.”
Alberto Manguel - escritor, traductor y editor argentino-canadiense contemporáneo
Alberto Manguel - escritor, traductor y editor argentino-canadiense contemporáneo
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