“Más vale un mal arreglo que un buen pleito.” - refrán
Vivir es negociar, muchas
veces imprescindible para resolver situaciones que se presentan y de las que
dependen nuestra posición, la defensa de nuestras ideas, la postura frente a determinadas circunstancias y hasta nuestra
propia supervivencia, por tanto negociar es el arte de la estrategia con el que
tratamos de persuadir, convencer y traer hacia nosotros al opuesto o ceder
cuando vemos que no hay posibilidad de acuerdo.
Es imprescindible conocer
nuestras debilidades y limitaciones, estar dispuestos a escuchar, a exponer lo
que se pretende sin exigencias impuestas, a ser flexibles y a ceder cuando sea
necesario. Naturalmente el ser humano lo hace intuitivamente desde niños, todos
tenemos claro que la gente se entiende hablando, intercambiando ideas y que la
intolerancia y la confrontación no conducen a buen puerto cuando pretendemos
obtener algo.
Desde las negociaciones
llevadas adelante por grandes hombres que hicieron a la historia en el mundo
hasta nuestra vida personal en ámbitos de estudio, trabajo o profesión, la
estrategia permite arribar a objetivos deseados de un modo casi artesanal.
El abogado español y
profesor en negociación Dr. Alfred Font Barrot asegura que negociar es arte y ciencia,
habilidad y análisis, inspiración y
razonamiento, … como todo en la vida, sólo debemos ubicarlo en el lugar y
momento precisos y eso hay que aprenderlo, sabiendo que la idea es ‘pensar en que
pensará el otro que yo pensaré que él pensará si los dos sabemos que perseguimos
la misma finalidad.’
Desde los comienzos de la
humanidad el hombre se ha visto enfrentado a conflictos de intereses y por lo
tanto negociar es una necesidad desde siempre, presente en las esferas políticas
y de gobierno, los círculos de poder, los ámbitos comerciales o sindicales y saber gestionar los conflictos, pudiendo acceder a resultados que satisfagan a
todas las partes es esencial en el mundo actual.
No pretendemos referirnos a
las negociaciones de nivel internacional que tienen otras complejidades relacionadas
con los valores y las diferencias culturales de cada parte, si queremos traer
la idea a lo cotidiano a nuestra vida personal, a las relaciones familiares, y
a los ámbitos en que nos desenvolvemos. Negociaremos –apelando a los
argumentos-, el alquiler de la casa que pretendemos alquilar, el costo del electrodoméstico
que compramos, el dormitorio que ocuparemos en la casa, o el horario en que
podremos compartir el equipo de música que tenemos, el objetivo será sin duda
la mejor satisfacción posible de todas las partes, el resultado final la
satisfacción de mantener una convivencia en armonía.
"Lo más importante en una negociación es escuchar lo que no se dice."
Peter Drucker - abogado austríaco (1909-2005)
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