"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 14 de abril de 2014

La chica de las grullas - Sadako Sasaki, símbolo de las víctimas inocentes de guerra

"No hay camino para la paz, la paz es el camino." 
Mahatma Gandhi - Político y pensador indio (1869-1948) 

En 1945, finalizando la Segunda Guerra Mundial, se lanzó la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, Japón. La ciudad quedó destruida y murieron miles de personas. La bomba era cien veces más poderosa que una bomba común, y tenía un elemento que no se encontraba en las comunes: la radiación, muy peligrosa y que puede causar enfermedades como el cáncer.

La joven japonesa Sadako Sasaki vivía cerca de Hiroshima cuando explotó la bomba pero parecía no estar quemada ni herida. Sin embargo, diez años más tarde, cuando Hiroshima ya había sido reconstruida, Sadako enfermó de leucemia, es decir, cáncer de sangre y debió ser internada en un hospital. Estaba asustada, sabía que podía morirse. Los amigos y parientes la visitaban todos los días para tratar de levantarle el ánimo.

Su mejor amiga, Chizuko, le contó la leyenda de la grulla, pájaro sagrado de Japón. que se creía vivía miles de años y que si hacía mil grullas de papel -con la técnica del Origami-  su mayor deseo se haría realidad y mejoraría.

Sadako decidió hacer mil grullas de papel. Día tras día se la pasaba plegándolas y se dio cuenta que ésta era una buena manera de darse ánimos. A veces se sentía demasiado enferma para hacer muchas grullas, pero igual intentaba. Cuando sus amigos y su familia la visitaban en el hospital, trataba de seguir sonriendo y de estar de buen ánimo para que no se preocuparan tanto.

Sadako había hecho seiscientas grullas pero seguía igual y lamentablemente al final murió. Había hecho seiscientas cuarenta y dos grullas de papel. Las compañeras de clase de Sadako decidieron plegar las grullas que faltaban para completar mil y éstas fueron enterradas con Sadako.

Ella no fue la única niña que murió de leucemia en Hiroshima. Muchos otros niños habían muerto o estaban muriendo de leucemia.

Los niños formaron una asociación para juntar dinero para levantarle a Sadako un monumento. La asociación fue creciendo y miles de niños de todas partes del mundo hicieron donaciones. Después de tres años tenían dinero suficiente para el monumento. 

Este monumento es conocido como el Monumento a la Paz de los Niños y está en el Parque de la Paz en Hiroshima. Tiene un mensaje tallado en la piedra que dice:

“Este es nuestro clamor, ésta es nuestra plegaria: paz en el mundo”.

Hoy las mil grullas de papel vuelven a estar de actualidad, porque tras el terremoto y posterior tsunami  que asoló parte del noreste de Japón en marzo de 2011, Makiko, una japonesa residente en Madrid decidió abrir un blog para recopilar fotos de grullas de papel de todos los internautas hasta llegar a las 1.000, -cifra sobrepasada largamente- para pedir por la pronta recuperación de su país. 

"No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla. 
Eleanor Roosevelt - Defensora de los derechos sociales y diplomática  (1884-1962)
 

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