“El
verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para
que sea quien es.”
Jorge
Bucay – psicodramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino
contemporáneo
Hay personas que viven con limitaciones, que sufren privaciones, que se ven marginados, vulnerables e indefensos, que quieren ser felices y no encuentran como, hay otras que por el contrario -aún en situaciones similares- pueden brindar una mano que sostiene, una palabra alentadora, compartir su lugar y su peripecia vital, y siempre tienen la capacidad de contener y brindarse a los demás.
Los hay tambien que en situaciones normales, se ven sorpresivamente expuestos a accidentes, pérdidas, enfermedades y se deprimen sin encontrar asideros para seguir adelante, y tambien en esos casos aparecen esas otras personas que dan lo mejor de sí, que con su calidez ayudan a restaurar heridas en los otros, que tienen la capacidad de acompañar, de arropar a quien lo necesita, espontáneamente sin esperar nada a cambio.
El escritor, publicista y redactor contemporáneo Stephen Littleword las describe de ésta manera:
"Algunas personas son un refugio, una casa. Casa donde descansan los pensamientos, donde no hay que calcular, medir, sopesar. Una casa donde puedes poner en pijama la mente, los reflejos y disfrutar de la calidez de una chimenea encendida, Es el corazón. Hay personas tan, tan cercanas que son casa, calor, chimenea encendida. ...".
A veces nos sentimos perdidos, desorienrtados, sin ánimo ni voluntad, y necesitamos de alguien que nos abrace, alguien cercano que nos escuche, nos ayude a reflexionar, a ver con claridad, nos permita tomar un descanso para recuperar fuerzas y nos aliente para seguir sin rendirnos.
Esas personas existen, tienen ese algo que las hace especiales, hacen magia, brindan apoyo y confianza, te tocan el corazón y ayudan a reconstruir los trocitos en que nos hemos convertido. Personas que te movilizan por dentro y te acarician el alma, que ayudan a transitar los avatares de la vida, dando esperanzas, logrando que olvidemos sinsabores y dolores.
"Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas. Gente a quien los golpes duros de la vida les enseñaron a crecer con toques suaves en el alma."
Mario de Andrade - poeta, ensayista, novelista y musicólogo brasileño (1893-1945)
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