"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 25 de mayo de 2016

Perdonarnos - una necesidad liberadora

"El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó."
Mark Twain - seudónimo de Samuel Langhorne Clemens escritor, orador y humorista estadounidense (1835-1910)

Tantas veces nos encontramos disgustad@s sin saber que cosa lo motiva, tal vez es una multiplicidad de razones, nos exigimos más de lo que seria deseable, somos demasiado crític@s con nosotr@s mism@s, aflora la intolerancia a los errores, y eso nos lleva a castigarnos innecesariamente.
Hoy les quiero compartir un texto que circula en las redes, y cuyo autor desconozco, que probablemente nos acerque -cuando menos-, a una manera de sentirnos mejor.
Me he sentado a tomar un café conmigo mism@ frente al espejo y me descubrí alzándome la ceja como siempre…entonces me dije a mí mism@ que ya estuvo bueno de ser tan dur@ a veces y que deberíamos probar… simplemente… perdonarme.




Me perdono por dejarme en último lugar infinidad de veces…
me perdono por hacerme pedazos para completar a otros…
me perdono por no tener tiempo para mí…
me perdono por no hacerme caso… y tropezar con el mismo
obstáculo una y mil veces…
me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad…
me perdono por haber hablado de más…
me perdono por haberme callado…
me perdono por confundir resignación con tolerancia…
me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien que a veces no lo merece…
me perdono por mentirme…
me perdono por no verme al espejo más seguido…
me perdono por no ser más amable conmigo mism@…
me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia…
me perdono por ser tan ruda cuando se trata de mí…
me perdono no encajar en un molde…
me perdono por no permitirme muchas cosas…
me perdono por no disfrutar de otras tantas…
me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde.
Me dije a mí mism@: debemos aprender a soltar, a dejar ir, a perdonar.
Debemos hacer frente común contra el mundo que no está en nuestra contra, simplemente es el mundo y la gente es gente, con lo bueno y con lo malo, a veces sólo estamos parados en el camino equivocado con alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos.
No hay explicaciones ni justificaciones, es así, sucede.
¿Sabes? Le dije a mi niñ@ interior necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato.
Menos reproches y más amor.
Menos revivir el momento y más perdón.
¿Y si me perdono?
Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mis errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir una punzada con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.
¿Y si me perdono mis errores y el pasado?
Si me perdono, si me acepto, si acomodo las piezas, si me “reseteo” la memoria y el corazón…
¡Sí, me perdono!

... ...
Una lectura para la que los comentarios sobran, un trabajo difícil de lograr, las decisiones luego -si las hay-, serán personales, ... cancelemos nuestras propias deudas.
Fuente: http://amaradestiempo.com.mx/reflexiones/me-perdono/
imagen: Vicente Romero Redondo dibujo a lápiz
"El perdón es la llave de la libertad y la paz interior."
P. Evaristo Sada LC - sacerdote católico mexicano contemporáneo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario