"La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma."
George Sand - pseudónimo de Amandine Aurore Lucile Dupin, escritora francesa (1804-1876)
¿Por qué nos hemos vuelto egoístas, pensamos en nosotros nada más, todo
nos agobia, nos olvidamos la costumbre de escuchar, perdimos el gusto de amar a los demás y sólo nos amamos a nosotros
mismos, no nos gustan las obligaciones, tener que quedar en casa acompañando a
un enfermo es hoy en día impensable, nos deprimimos, cuando debería ser un
placer, un acto de amor, y en muchos casos nos aplica aquello de 'haz lo que yo digo pero no lo que yo hago'.
Es la
época de los individualistas, donde nada nos importa más allá de nosotros, nuestros gustos, nuestros intereses, anteponemos tantas cosas a lo que es realmente
más importante, buscamos excusas, nos evadimos argumentando, y es momento de preguntar a donde vamos?
Nadie lo sabe! Aunque se hable del tema aquí y allá.
“El cariño
paternal, el contacto físico, la ternura amorosa hacia todos los seres vivos,
la responsabilidad social y la atención especial a los menos privilegiados,
todos estos conceptos son tan simples de entender. Entonces, ¿por qué su
práctica parece costarnos tanto?.”
Pero, … sólo
es por egoísmo? O tal vez, ¿por dejadez disfrazada de falta de tiempo?, falta
de empatía, generosidad y compromiso?, estamos tan concentrados en el ‘yo’ que
nos olvidamos de que existe un ‘nosotros’, a veces,
parece que nos cuesta menos desarrollar los defectos que las virtudes...y
acabamos regalando problemas y desilusiones a los demás.
La indiferencia y la comodidad,
no nos permiten la entrega desinteresada, bondad, sensibilidad, para con los
demás, ... a veces nos comportamos así porque a nosotros tampoco
nos dieron esos abrazos que tanto necesitábamos. Hay niñas que no tienen un
beso de buenas noches, y queda allí para siempre un vacio, ... y esa niña procura que
los demás estén bien, pero no siempre lo consigue, no siempre lo tiene
presente, no siempre se da cuenta..
Tenemos presente los límites que nos imponemos, las metas que pretendemos superar, los desafíos que asumimos, los compromisos que adquirimos, siendo en todos los casos nosotros el centro de la cuestión, lo que es bueno, porque si estamos bien podremos cuidar de los demás, sin embargo con lo
simple que resulta entender el texto del Dalai Lama lo complicamos al momento de ponerlo en práctica, ... si lo hiciéramos, como debe ser, despojándonos de egoísmos, bajándonos de la indiferencia, -para lo cual siempre estamos a tiempo-, viviríamos en un mundo mejor.
"Mira con los ojos de otro, escucha con los oídos de otro y siente con el corazón de otro."
Alfred Adler - médico y psicoterapeuta austríaco (1870-1937).
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