Pablo Neruda - Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, poeta chileno, Nobel de Literatura en 1971 (1904-1973)
Llega setiembre y en éste nuestro hemisferio sur ya se huele la primavera, como en algún momento dijo el poeta español Antonio Machado, "La primavera besaba/ suavemente la arboleda,/ y el verde nuevo brotaba/ como una verde humareda ...".
Cabría pensar que tener un clima más benévolo, mayor cantidad de horas de luz, la posibilidad de socializar o hacer ejercicios al aire libre, disfrutar de ese despertar de la naturaleza retraída durante los meses del duro invierno, ver como los árboles se pueblan de hojas y nos invade el perfume y color de las flores, debería ser un estímulo para nuestro estado de ánimo, y de hecho la mayoría de las personas así lo sentimos, sin embargo muchos sufren estados depresivos y aún estados de astenia psicofísica.
Pero sin duda la primavera nos hace sentir vivos, jóvenes, felices, y con proyectos a realizar con muchas ganas de hacer cosas y sobre todo de disfrutar de actividades que el invierno nos impide.
De la poetisa chilena Gabriela Mistral les dejo su poema 'Doña primavera', en el que nos muestra en sencillos versos y con un tono intimista y alegre la capacidad de la primavera de crear vida y vestir de verdor, hasta los lugares más tristes o donde pensamos que no pueda haber vida y los cambios de la naturaleza demuestran que si puede ser.
Un canto a la vida, la alegría, y la felicidad.
Un canto a la vida, la alegría, y la felicidad.
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
Y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo
... No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontrarlas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño
y de exultación.
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo
... No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontrarlas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño
y de exultación.
... ...
Tal vez sea la mejor estación del año, donde mejora el humor, aparece una sensación de alegría, que no responde a algo concreto, sino a estar alegre, por el único motivo de sentirse feliz, pleno, optimista, tal la necesidad que el cerebro tiene de percibir luz y sol.
Tal vez sea la mejor estación del año, donde mejora el humor, aparece una sensación de alegría, que no responde a algo concreto, sino a estar alegre, por el único motivo de sentirse feliz, pleno, optimista, tal la necesidad que el cerebro tiene de percibir luz y sol.
Estación de la esperanza, que nos acerca al color, olor, sabor, días más largos y temperaturas agradables, estación fecunda, donde la naturaleza despierta, -que esperamos- para sentirnos renacer y que debemos vivir y disfrutar en plenitud.
"Si no tuviéramos invierno, la primavera no sería tan agradable: si no
le sintiéramos a veces gusto a la adversidad, la prosperidad no sería
tan bienvenida."
Anne Bradstreet - escritora y poeta estadounidense (1612-1672)
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