“Agua
pasada no mueve molinos.” – Proverbio castellano
Cuando
niños nos enseñaron los tiempos y modos verbales de nuestro maravilloso idioma,
para muchos fue un dolor de cabeza aprender las diferentes
conjugaciones que nos costaba asimilar ya desde el nombre con el que se les
identifica, pretérito, subjuntivo, pluscuamperfecto, y tantos otros términos, hoy -con el correr de los años-, sabemos que los utilizamos cuando nos cuestionamos por lo que pudo o debió haber sido, cuando nos ponemos
melancólicos, cuando es difícil seguir andando y pensamos cuan diferente
sería el presente si hubiéramos actuado de otro modo o nos satisface reconocer lo
bien que estuvo que hayamos hecho lo que
efectivamente hicimos.
¿Quién
en algún momento no se ha encontrado recordando situaciones del pasado?, ¿Quién
no ha lamentado haber o no haber hecho algo que hubiera significado un ahora diferente?, A veces vivir en el hoy determinadas
circunstancias nos lleva a hacer un alto en nuestra vida, una suerte de repaso
de situaciones vividas, de decisiones tomadas, de circunstancias no totalmente
resueltas, retrotrayéndonos a momentos del pasado, cuestionándonos por lo que
podría o no haber sucedido si en ese pasado hubiéramos decidido o resuelto de
otra forma a como lo hicimos.
Mirado
objetivamente tenemos que reconocer que de nada sirve volver a los recuerdos
del pasado quedándonos en el 'hubiera' de lo que podría haber sido. Lo hecho,
hecho está y sólo podemos disfrutar la sensación grata cuando lo anterior resultó
en algo bueno o lamentar lo que pudo ser si hubiéramos actuado diferente, pero
nada es modificable en el ahora sólo cabe rescatar la vivencia como aprendizaje
de vida.
Lo
cierto es que a pesar de así entenderlo todos en algún momento caemos en ese lugar común, el 'hubiera' que nostalgiosamente nos ofrece un mundo diferente, que a la distancia
que impone el tiempo transcurrido, sólo resulta en una suerte de ejercicio para la alegría o
el arrepentimiento, del que únicamente
podremos sacar la experiencia como inestimable bagaje para resolver, decidir y
avanzar en el futuro con mayor consciencia y claridad de pensamiento.
“Procuremos ser más
padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”
Miguel de Unamuno –
filósofo y escritor español (1864-1936)
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