"Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo, sólo o acompañado de amigos, sabiendo que donde no pueda llegar lo puede inventar. Así define el juego, el juego libre que es la verdadera necesidad del niño."
Franceso Tonucci - pensador, psicopedagogo y dibujante italiano contemporáneo
Cuando
los adultos creemos que darle a un niño un juguete costoso, y para ello nos
empeñamos –a veces más de lo que podemos-, nos sorprendemos luego al ver que el chico
recibe el obsequio, lo saca del envoltorio, quita la caja, lo mira, y más de
una vez, lo deja a un lado y durante muchos días juega, imaginando en un
despliegue de su maravillosa fantasía, mil historias diferentes, con esa caja
que contenía, lo que nosotros elegimos para ellos.
Los
niños son naturalmente inquietos, curiosos, observadores, vitales y dueños de
una imaginación que les permite crear el mundo a su alrededor, que generalmente
es diferente al que los mayores les proponemos. Pueden construir castillos,
jugar con dinosaurios, escalar una montaña, o armar su propio auto, tener su
almacén de insectos o inventar la canción más graciosa, encontrando la alegría
aún en un entorno de precariedad, inventando la felicidad.
Ellos
necesitan sentirse queridos, protegidos y apoyados por el entorno para crecer saludablemente,
dejarlos jugar es la mejor forma de permitirles crecer, desarrollarse, es
fundamental estimularlos y dejar que ensayen, exploren, experimenten, se
ensucien, gasten energías y a nosotros nos corresponde acompañarlos,
compartiendo, dándoles valores y alas, para que puedan volar, ya irán llegando en el momento adecuado las responsabilidades y obligaciones de manera paulatina.
Claro
que en los tiempos que corren, la multiplicidad de ocupaciones de los adultos y
las tecnologías al alcance de la mano a veces conspiran en los procesos, pero
si logramos el equilibrio que permita congeniar y acompasar los tiempos y las
necesidades de los niños habremos conseguido andar por el camino del medio que
es el más adecuado, ya que todo es necesario en el complejo proceso de
crecimiento de nuestros niños de hoy, para que se convierten en adultos felices.
"El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde."
Gabriela Mistral - seudónimo de Lucía Godoy Alcayaga, poetisa, diplomática y pedagoga chilena, Nobel de Literatura 1945 (1889-1957)
Leerte es relajarse y pensar. Un saludo.
ResponderBorrarViky
Gracias Viky por tu consecuente visita y tus palabras que alientan. Un abrazo.
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