"A nada en la vida se le debe temer. Sólo se le debe comprender."
Marie Sklodowska-Curie - científica polaca, Nobel de Física 1903 y Química 1914 (1867-1934)
Cuántas veces nos sentimos desvalorizados, estamos convencidos que no somos capaces de realizar algunas cosas, creemos ver que los demás están más preparados o son más idóneos que nosotros para llevar adelante determinadas acciones, y para ello probablemente colaboran entre otras condicionantes, el trato exigente o por el contrario demasiado sobreprotector de los mayores, la educación muy severa y estricta recibida que nos cohibe, -algo común en épocas pasadas-, y sin duda nuestra propia manera de ser, un carácter apocado que frente a cualquier situación nos vuelve vulnerables e inseguros.
Marie Sklodowska-Curie - científica polaca, Nobel de Física 1903 y Química 1914 (1867-1934)
Cuántas veces nos sentimos desvalorizados, estamos convencidos que no somos capaces de realizar algunas cosas, creemos ver que los demás están más preparados o son más idóneos que nosotros para llevar adelante determinadas acciones, y para ello probablemente colaboran entre otras condicionantes, el trato exigente o por el contrario demasiado sobreprotector de los mayores, la educación muy severa y estricta recibida que nos cohibe, -algo común en épocas pasadas-, y sin duda nuestra propia manera de ser, un carácter apocado que frente a cualquier situación nos vuelve vulnerables e inseguros.
Los cuentos sufíes son fuente inagotable de enseñanza, y tal vez el que les dejo aquí del libro "El camino del sufí’ del escritor y pedagogo hindú Idries Shah, conocido por sus múltiples obras y por la recopilación de los relatos del Mulá Nasrudin sirva para dejar claro que muchas veces somos nosotros mismos -sin darnos cuenta-, quienes nos imponemos límites
Le preguntaron a Shibli un sabio sufí:
- ¿Quién te guió en el camino?
Contestó:
- Un perro. Un día lo encontré casi muerto de sed a la orilla del río. Cada vez que veía su imagen en el agua, se asustaba y se alejaba creyendo que era otro perro.
Finalmente, fue tal su necesidad que venciendo su miedo se arrojó al agua; y, entonces, “el otro perro” se esfumó. El perro descubrió que el obstáculo era él mismo y la barrera que lo separaba de lo que buscaba había desaparecido.
- Un perro. Un día lo encontré casi muerto de sed a la orilla del río. Cada vez que veía su imagen en el agua, se asustaba y se alejaba creyendo que era otro perro.
Finalmente, fue tal su necesidad que venciendo su miedo se arrojó al agua; y, entonces, “el otro perro” se esfumó. El perro descubrió que el obstáculo era él mismo y la barrera que lo separaba de lo que buscaba había desaparecido.
De esta misma manera, mi propio obstáculo desapareció cuando comprendí que era mi propio ser.
Fue la conducta de un perro lo que me señaló por primera vez el camino.
… …
Si pudiéramos vernos a nosotros mismos desde fuera, nuestras actitudes, nuestras reacciones, nuestras decisiones, seguramente nos asombraríamos al darnos cuenta que las dificultades que vemos como insalvables en realidad no existen o son totalmente menores.
Aprendamos la lección del perro, mirémonos en el agua, observémonos y sintámonos dispuestos, convencidos que podremos hacer todo aquello que nos propongamos, a poco que probemos nos volveremos conscientes de que los límites sólo están en nosotros, no condicionemos nuestras posibilidades ni nuestra vida.
"Usted gana fuerza, valor y confianza con cada experiencia en la cual usted se detiene y mira al miedo en la cara. Ya que luego de ésto usted es capaz de decirse a si mismo: 'He superado éste terror. Ahora puedo enfrentarme a lo próximo que se me venga.'."
Eleanor Roosevelt - diplomática y activista estadounidense (1884-1962)
"Usted gana fuerza, valor y confianza con cada experiencia en la cual usted se detiene y mira al miedo en la cara. Ya que luego de ésto usted es capaz de decirse a si mismo: 'He superado éste terror. Ahora puedo enfrentarme a lo próximo que se me venga.'."
Eleanor Roosevelt - diplomática y activista estadounidense (1884-1962)
Volvemos a leerte, un placer.
ResponderBorrarSaludos.
Viky
Gracias Viky, nos seguimos encontrando por aquí y por allá. Un abrazo.
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