“En un mundo de fugitivos el que
transita el justo camino, parece huir.”
John Milton – escritor, ensayista y
poeta inglés (1608-1674)
Los comportamientos del ser humano
responden a la motivación que le moviliza en diferentes circunstancias y que le
impulsa a tomar determinadas decisiones, a asumir las actitudes que tome
influenciadas por los rasgos de su personalidad y el estímulo que significa la
interacción con el ambiente que le rodea, en el que actúa y con el que se vincula. Seguramente enfrentados a la palabra huir, pensaremos en el delincuente que huye luego del delito cometido, asociándolo a lo negativo de una situación, adoptando estereotipos de pensamiento que no siempre son tan lineales y admiten matices, así como otras otras situaciones a tener en cuenta.
Sabemos que cuando percibimos que algo puede resultarnos perjudicial, o sentimos que aquello que enfrentamos representa una amenaza, la situación extrema nos pone ante la alternativa de luchar o huir, y aunque estamos condicionados a pensar que la lucha es la actitud que nos dignifica, porque así nos han enseñado, no siempre es así, sin olvidarnos que huir no debe ser sólo frente a un peligro grave que implique poner en peligro nuestra integridad física, sino también ante situaciones de la vida que nos aprisionan y para las que no tenemos solución posible.
La escritora
belga Amélie Nothomb, en fragmentos de un párrafo de su libro ‘Ni de Eva ni de
Adán’ expresa:
“Al parecer, huir es poco glorioso. Lástima, porque es muy agradable. La huída proporciona la más formidable sensación de libertad que se pueda experimentar. Te sientes más libre huyendo que si no tienes nada de lo que huir. […] Uno debería tener siempre algo de lo que huir, para cultivar esa maravillosa posibilidad. De hecho siempre hay algo de lo que huir. Aunque sólo sea de uno mismo . La parte de uno de la que huimos es la pequeña cárcel que el estado sedentario instala en cualquier parte. […] Uno puede librarse de sí mismo como puede librarse de sus perseguidores. ¿Huída poco gloriosa?. Siempre es mejor que dejarse atrapar. El único deshonor es no ser libre.”
… …
Así y como ante cualquier
situación en la vida encontrar el equilibrio y apegarnos al sentido común nos
dará la justa medida de que actitud tomar, que no todas las circunstancias serán
igual de importantes, no es necesario enfrentar una situación límite que nos convierta en héroes, comprometer una opinión o no hacerlo, liberarnos de responsabilidades que nos ahogan y no sentimos propias, son formas de huir, muchas veces no estaremos suficientemente involucrados, en
ocasiones no tendremos la libertad necesaria o nos faltará carácter y huir puede ser la mejor o la única
alternativa, en otras habremos de enfrentar lo que se presente, en última instancia la decisión siempre es nuestra.
“Por muy lejos que te vayas, nunca
conseguirás huir de ti mismo.”
Neil Gaiman - escritor inglés
contemporáneo
Cada uno es dueño de sus decisiones y actitudes y también es quien conoce el porque de ellas. Ni héroe ni villano, hay que saber los motivos antes de encasillar. Muy interesante artículo. Para pensar. Saludos irene
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