“La mala noticia es que
el tiempo vuela. La buena que tu eres el piloto.
Michael Altshuler – orador
motivacional estadounidense contemporáneo
Sin saber por
que, unas veces por aburrimiento, otras por el gusto de revisar lo viejo que en
alguna estantería tenemos, nos encontramos viendo papeles, recortes, discos, revistas,
fotos y sin quererlo ni pensarlo nos devuelven a otros momentos, a recuerdos de la vida, que guardamos en algún lugar y a los que de pronto estamos quitando el polvo
que los oculta.
En
esa recorrida, repasamos tiempos felices, anécdotas que nos hacen sonreír y
otros no tan agradables que nos llevan a situaciones donde la tristeza se hace
dueña de la situación, y allí nos hacemos conscientes de que el tiempo
transcurre, que inexorablemente caminamos la vida, tomando decisiones, a veces
acertadas, a veces equivocadas, y llegamos
a éste presente donde somos lo que somos, sin darnos cuenta en el mientras
tanto, que el tiempo se nos escurre y
melancólicamente pensamos, ’… como pasa
el tiempo’.
El
tiempo, con sus horas y minutos, tiene una cadencia real y un ritmo siempre
idéntico, ajeno a la sensación que las
emociones de los episodios que vivimos nos hace percibir, de ahí que cuando
miramos atrás los recuerdos siempre estarán influídos por la alegría o la
tristeza que nos ocasionaron cuando ocurrieron y más allá de la sonrisa, alguna
lágrima, la satisfacción o el enojo que nos produzca, lo importante es rescatar
la oportunidad de replantearnos que cosas seguir haciendo de la misma manera, cuales
fueron hechos a no repetir, actitudes que debemos modificar, cosas dejar ir.
La
retrospectiva permitirá que valoremos a quienes han estado con nosotros, que
volvamos a sentir el interminable tiempo de los malos momentos y la fugacidad
de los bellos, que notemos ausencias y hasta hagamos catarsis, pero lo
ineludible es que miremos hacia adelante y que ese bagaje del pasado que hoy
repasamos nos sirva para mirar el futuro sin temor y hacer lo que debamos hacer sin titubear.
No
perdamos de vista lo vivido, dejemos que los recuerdos lleguen, con ellos tambien llegarán tristezas y alegrías, sin olvidarnos que cada dia vivido es un dia menos
por vivir, de modo que vivámoslos intensamente, es momento de aprender que -como alguien dijo- la vida siempre se deja vivir.
“Nunca pensé que
envejecer fuera el más arduo de los ejercicios, una suerte de acrobacia que es
un peligro para el corazón.”
Silvina Ocampo –
escritora, cuentista y poeta argentina (1903-1993)
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