"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

viernes, 12 de agosto de 2016

Ficción vs. realidad - ... esos temidos extraños 'desconocidos' de mañana

“Todo es mío y nada me pertenece, nada pertenece a la memoria, todo es mío mientras lo contemplo.”
Wislawa Szymborska – escritora, poetisa, ensayista, traductora polaca (1923-2012)

Autores y textos literarios muchas veces tienen detrás una historia que, más allá de la anécdota, es interesante conocer, y en éstos tiempos cuando las redes sociales colaboran para informar y deformar lo que se comparte, es bueno detenerse, investigar, y -por aquello de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios-, reconocer y difundir dando el mérito al autor.

Exactamente eso ha sucedido con la autoría del texto ganador del III Concurso de Cobisa en Toledo, España, en la categoría ‘Cartas de amor’ en el año 2014, cuyo título es Por si mañana’, escrito por el periodista español Jesús Espada Triguero,que ha sido tomado como la emotiva carta llena de ternura de un enfermo de Alzehimer a su compañera de vida, perdiéndose de vista que es una composición literaria, por la que quien la escribió merece reconocimiento.

Y aclarado ésto les comparto la carta:

‘Querida Julia:
Te escribo ahora, mientras duermes, por si mañana ya no fuera yo quien amanece a tu lado.
En éstos viajes de ida y vuelta cada vez paso más tiempo al otro lado y en uno de ellos, ¿Quién sabe? Temo que ya no habrá regreso.
Por si mañana ya no soy capaz de entender esto que me ocurre. Por si mañana ya no puedo decirte como admiro y valoro tu entereza, este empeño tuyo por estar a mi lado, tratando de hacerme feliz a pesar de todo, como siempre.
Por si mañana ya no fuera consciente de lo que haces. Cuando colocas papelitos en cada puerta para que no confunda la cocina con el baño; cuando consigues que acabemos riéndonos después de haberme puesto los zapatos sin calcetines; cuando te empeñas en mantener viva la conversación aunque yo me pierda en cada frase; cuando te acercas disimuladamente y me susurras al oído el nombre de uno de nuestros nietos; cuando respondes con ternura a éstos arranques míos de ira que me asaltan, como si algo en mi interior se rebelase contra este destino que me atrapa.
Por esas y por tantas cosas. Por si mañana no recuerdo tu nombre, o el mío.
Por si mañana ya no pudiera darte las gracias. Por si mañana Julia, no fuera capaz de decirte, aunque sea una última vez, que te quiero.
Tuyo siempre
T.A.M.R.
… …

Es indiscutible que la enfermedad de Alzheimer está impregnada del dolor y la fragilidad del propio enfermo en los comienzos del terrible proceso y de su entorno durante los años en que la misma va sostenidamente degradando las capacidades, distanciando la realidad, diluyendo los recuerdos, dejando por el camino huérfanos los afectos, convirtiéndonos inexorablemente en esos temidos extraños ‘desconocidos’.

Una carta de amor conmovedora, una construcción literaria que sensibiliza a quien la lee, donde el escritor se asume en la piel del enfermo consiguiendo un resultado asombrosamente vívido, tan creíble que logra desdibujar el límite entre ficción y realidad trascendiéndolo, una buena manera de cuestionarnos y reflexionar sobre lo que no deberíamos dejar para hacer después.


“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.”
Albert Einstein – físico alemán (1879-1955)

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