"La felicidad a veces es una bendición, pero generalmente es una conquista."·
Paulo Coelho - escritor brasileño contemporáneo
Paulo Coelho - escritor brasileño contemporáneo
Todos deseamos ser felices, y pretender
acercar la felicidad a otros nos hace trasmitir nuestra mejor visión de las
cosas. Cuando miramos lo hacemos desde nuestra perspectiva, a veces
obligados por circunstancias extremas, no vemos realmente, sino que soñamos y
nos dejamos llevar por nuestros deseos de 'ver' lo que ansiamos ver.
El relato
que hoy les dejo 'Ventana con vistas', pertenece al libro ‘Relatos escogidos’ del sacerdote español Enrique Jordá Pascual, y de eso trata.
"Dos
hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno
se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle
a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la
habitación. El otro hombre tenía que estar todo el tiempo boca arriba.
Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus
mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio
militar, dónde habían estado de vacaciones.
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la
ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las
cosa que podía ver desde la ventana. El hombre de la otra cama empezó a desear
que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas
las actividades y colores del mundo exterior.
La ventana
daba a un parque con un precioso
lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
Según el hombre de la ventana describía todo esto con
detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba
la idílica escena.
Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió
un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda,
podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre
de la ventana con sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de
día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del
hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía. Se llenó
de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.
Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre
pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió
encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación.
Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió
sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fín tendría
la alegría de verlo él mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la
ventana al lado de la cama… y se encontró con una pared blanca.
El hombre preguntó a la enfermera qué podría haber
motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través
de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría
podido ver ni la pared, y le indicó: “Quizás sólo quería animarle a usted”.”
… …
Un texto que sensibiliza y nos hace reflexionar, que trasmite esperanzas y optimismo, al finalizar la lectura sentimos que la felicidad es el resultado de una forma de vivir y de como asumimos lo que la vida nos va presentando, que cuando se quiere se puede soñar con los ojos abiertos y ‘ver más allá’ con los ojos del alma.
"Que la alegría te acompañe: Extiende las manos y tómala cuando pase."
Carl Sandburg - poeta, historiador y novelista estadounidense (1878-1967)
No hay límites cuando miramos desde el alma. Un saludo.
ResponderBorrarEs cierto, con el alma podemos 'mirar' lo que no vemos con la visión normal. Gracias por comentar y pasar por aquí. Saludos.
Borrar