“La mayoría de nuestros
obstáculos desaparecerían si en lugar de acobardarnos ante ellos nos
decidiéramos a caminar con valentía a través de ellos.”
Orison Sweet Marden - autor y escritor motivacional estadounidense
(1850-1924)
Vivir implica en muchas
oportunidades riesgos y consecuentemente miedos, frente a situaciones que tenemos
que enfrentar, nos angustian y que no siempre sabemos como resolver. sin
embargo debemos separar aquellos hechos en los que el coraje se impone y que
generalmente esperamos ver en personas dedicadas a tareas como bomberos o
rescatistas, entrenados para ello o esos otros temores que tienen que ver con
la vida cotidiana y que sin ninguna duda nos condicionan como es el que
sentimos frente a la enfermedad, a emprender tareas para la que no sabemos si
nuestras fuerzas serán suficientes, o simplemente a la inseguridad ciudadana presente
en las calles de cualquier parte del mundo.
Cada persona es única y
sus vivencias son intransferibles, por lo tanto cada uno debe reconocer y
enfrentar sus temores desde su propia perspectiva, como algo personal que se
debe transitar en solitario, y en cuyo camino podremos descubrir nuestro propio
potencial, haciéndonos cargo de los desafíos y responsabilidades que significa
vivir, descubriendo que podemos hacer, soportar y lograr mucho más de lo que nosotros
mismos suponíamos.
Superar miedos y
conflictos nos ayudan a madurar y crecer, el premio a ese esfuerzo es el
privilegio de estar vivos, conscientes y sentirnos satisfechos de tener el
control de nuestra vida. Alguien dijo
que, ‘el miedo es una reacción y el coraje una decisión’, y ciertamente el
miedo es una emoción y la valentía una habilidad mental, no nos asustemos por
sentir miedo, es la reacción natural del ser humano pretendiendo defenderse de
aquello que siente como una amenaza, pero decidir con valentía hacer lo
necesario para que ese miedo no nos inmovilice, es fundamental.
Frente a la enfermedad
consultaremos al médico, ante una tarea para la que no nos sintamos competentes
nos capacitaremos, salir diariamente a la inseguridad en las calles hará que
tomamos precauciones y cuidados, e igualmente ante otras circunstancias que se
nos presenten buscaremos los recursos necesarios para salir adelantre, lo peor
que podemos hacer es dejar que el temor nos impida continuar con nuestra vida
avasallando las posibilidades de ‘hacer’, quedándonos estancados.
Cualquier momento es el
adecuado para comenzar el proceso, en la medida en que lo hagamos nos sentiremos
más seguros y aunque los temores aparezcan sólo debemos tomarlos como un alerta,
y al mismo tiempo un acicate seguros que podremos encontrar la fuerza y valentía
necesarias para resolver esos miedos.
Dice un proverbio que 'El miedo hace al lobo más grande de lo que es', podemos lidiar con el miedo si nos lo proponemos, tal vez si nos permitimos volver a ser niños, dando paso a la curiosidad, tratando de descubrirnos a nosotros mismos, confiando en nuestras fuerzas, talentos y capacidades.
imagen: Gabor Dvornik
“La inacción alimenta la duda y el miedo, la
acción genera confianza y coraje. Si quieres vencer el miedo, no te sientes en
casa y pienses en ello, sal y ponte a trabajar.”
Dale Carnegie –
empresario y escritor estadounidense (1888-1955)
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