“Excavar es abrir un
libro escrito en el lenguaje que los siglos han hablado dentro de la tierra.”
Spyridon Marinatos –
arqueólogo griego (1901-1974)
Hay
lugares del mundo que a pesar de su lejanía no resultan desconocidos, algunos han
sido escenario natural de películas, entre ellos destaca especialmente la
ciudad de Petra en Jordania, 80 kms al sudeste del mar Muerto, reconocida como
8ª. Maravilla del mundo antiguo, patrimonio mundial de la Unesco desde 1985, cuya
existencia data de los siglos III a.C. al I d.C. apareciendo en los relatos de tiempos
bíblicos como capital del estratégico enclave que los Nabateos establecieron en
la ruta del comercio al sur y al este de Palestina.
Las
circunstancias históricas hicieron que el reino Nabateo tuviera su época de
apogeo y su posterior declive que hizo que desde la Edad Media fuera
completamente abandonado por lo que se le conoce como la ‘ciudad perdida’ , que
fue redescubierta por occidente en el siglo XIX, por el explorador suizo JohannLudwig Burckhardt.
Ubicada
en un valle rodeado de montañas altas la entrada es a través de un profundo y
estrecho cañón llamado el Siq de más de 1 km. de extensión, un maravilloso
recorrido entre riscos rocosos, una abertura producida como consecuencia de un
terremoto que separó las placas tectónicas, se extiende entre altas paredes de
más de 80 metros de altura y donde se pueden ver restos de altares dedicados a
sus dioses, tumbas y relieves escultóricos tallados y horadados en la pared de
caprichosos colores.
El
territorio de Petra sorprende con otras obras como el Monasterio, la Tumba del Obelisco, el Teatro, el Templo de los Leones Alados, el Castillo de la Hija del Faraón, el Mausoleo de Sextius Florentinus entre otros, así como su red
hidráulica formada por diques, presas, aljibes, depósitos y canales abiertos en
la roca y que permitieron dominar el agua de lluvia para su abastecimiento en
un terreno desértico. Riquísimo patrimonio en el que se sigue trabajando y que
refleja el esplendor que el reinado y la ciudad tuvieron antes de desaparecer
como consecuencia de la pérdida de territorios y la desviación del comercio
árabe por la vía del Mar Rojo.
Un
lugar, al que no todos podrán llegar, viajando al otro lado del mundo, pero que merece ser conocido en sus detalles, una historia, una civilización, una cultura, un mito, un hallazgo, … la
magia de ver una ciudad emergiendo de la roca rojiza, las ruinas silenciadas en
el tiempo, donde convergen la naturaleza y la mano del hombre cincelándola como
escultura, y la entrada a un mundo irreal, en el que las sensaciones se imponen
y resulta imposible poner en palabras.
imágenes: de la web
Fuente: http://www.uv.es/charco/documentos/petra.htm
"No existe arte más grande y más benéfico para el alma humana que el de cincelar su propia escultura."
Carlos Bernardo González Pecotche - educador y humanista argentino (1901-1963)
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