"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )
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lunes, 14 de junio de 2021

Hombre o ratón - enfrentar los miedos ...

‘Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú.’ – Aldous Huxley - escritor y filósofo británico emigrado a los Estados Unidos.(1894-1963)

Tener problemas o retos, es requisito imprescindible para aprender y superar las siguientes dificultades que seguro llegarán, los miedos nos hacen estar alerta para avanzar observando los obstáculos que se pueden presentar, pero no debemos quedarnos anclados en el miedo, permitiendo que el corazón se desboque de una manera irracional coartando la posibilidad de hacer, decidir, enfrentar, porque cuando el miedo nos domina, nuestro cuerpo se tensa y nuestro cerebro no deja de funcionar, haciéndonos sentir pesimistas, y sin valor alguno.

Refiriéndonos al miedo recuerdo haber leído un breve cuento hindú que es muy gráfico y que les comparto hoy aquí.

Había un ratón que estaba siempre angustiado porque tenía miedo del gato.

Un mago se compadeció de él y lo convirtió… en un gato. Pero entonces, empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago, lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual comenzó a temer al cazador.

Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole:

“Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón.”

… …



Las dificultades nos hacen sentir desvalidos, inútiles, nos ahogan, pero al mismo tiempo nos enseñan, nos obligan a crecer y desde el dolor nos hacen sentir que podemos confiar en nuestras capacidades y fortalezas, a darnos cuenta que podemos y nos ayudan a ser mejores, no mejores que alguien más sino mejores que nosotros mismos hoy.  

El miedo es una reacción biológica, inevitable ante determinados eventos, que no nos dejan avanzar, haciéndonos sentir angustia y una fría desolación, y aunque hay miedos innatos, propios de cada individuo, la mayoría de ellos son aprendidos y están relacionados con circunstancias anteriores que produjeron daños de alguna manera. 

Pero siempre es buen momento para cambiar lo que esté mal, soltando el lastre que pesa y detiene, aunque no es sencillo porque los factores que lo provocan pueden tener múltiples causas, por lo que tal vez se deba recurrir al profesional adecuado para un apoyo especializado, intentando que ese comportamiento defensivo evolucione, salir de esa situación es una decisión razonada que se debe tomar. 

La valentía es una de las condiciones para enfrentar la vida cotidiana hoy si queremos hacerlo plenamente, De nuestra voluntad depende entonces ser ‘hombre o ratón’.

‘Quien vive temeroso, nunca será libre.’ – Horacio - poeta lírico y satírico en lengua latina.(65-8 a.C.)


lunes, 20 de abril de 2020

Aislamiento - '... Ojalá podamos tener el coraje de estar solos ...'

“… El que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios.”
Aristoteles – filósofo griega (384-322 a.C)

El hombre posee cualidades que hacen a su dimensión individual y esas características marcan su personalidad, sin embargo el ser humano necesita vivir en sociedad para desarrollarse, -y aunque es tema de discusión-, socializar es su propia naturaleza, comunicarse, interactuar y convivir es una necesidad para sentirse protegido, pudiendo así satisfacer sus necesidades tanto físicas como espirituales.

Tendemos a agruparnos y coexistir para crecer y desarrollarnos y para ello nos rodeamos de la familia como primer núcleo de la sociedad pero aún eso no nos resulta suficiente y construímos y ampliamos nuestros círculos para interactuar en un entramado mayor. Por eso no podemos aceptar el aislamiento y la soledad sin sentirnos mal.

Los tiempos actuales en una sociedad tan conectada por redes sociales y medios tecnológicos, han llevado a que -a pesar de vivir en sociedad- nos veamos en soledad, unas veces impuesta por las circunstancias y otras veces elegida y hay que aprender a vivirla sin caer en la ansiedad o el estrés. La soledad puede permitirnos conectar con nosotros mismos y nuestro mundo interior enriqueciéndonos, pero el encuentro humano cercano y los afectos son indispensables.




La situación en éste 2020, como reflejo de la pandemia por la expansión del virus Covit-19 de manera global nos ha puesto frente a algo peor que la soledad y es el aislamiento forzado como forma de evitar contagios y éste aislamiento es el que se está convirtiendo en un problema real que de prolongarse en el tiempo y ante la incertidumbre de un horizonte no avizorado que genera miedos, inseguridades y angustia, termina acarreando depresiones y enfermedades asociadas.

Es una realidad que la pérfida de hábitos y cambios en el ritmo de vida, las conductas restrictivas, el encierro, la falta de contacto físico, si bien son encarados como una forma de ser responsables de la salud propia y la de terceros, un forma de solidaridad, son al mismo tiempo -junto a la crisis económica que ello implica-, un factor desencadenante de problemas con la salud mental.

Tratar de conservar la salud biológica y tambien la salud mental como un todo, es tal vez el gran desafío a enfrentar, en un mundo de cambios inesperados debemos pensar que éstos malos tiempos tendrán un final, no sabemos cuánto tiempo llevará encontrar la luz al final del túnel, cuanto esfuerzo implicará el levantarse cuando ese momento llegue y recuperarse el día después.

Sin dudarlo ese momento llegará, enterraremos los sinsabores, las tristezas, y volverán los abrazos y la cercanía, podremos dar un beso sin sentir temor, compartir una charla o un café con la alegría del reencuentro y toda la fuerza para volver a comenzar, aunque tal vez deberemos mantener cuidados, precauciones e incorporarlos como parte de una nueva manera de vivir lo cotidiano.

Mientras tanto apelemos a la creatividad, la paciencia, miremos hacia adentro y nos sorprenderemos de cuanto podemos encontrar, como dijo alguna vez Eduardo GaleanoOjalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos … ' y así será.

“La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.”
Carmen Martin Gaite – escritora española premio Principe de Asturias 1988 (1925-2000)

jueves, 1 de septiembre de 2016

... a la deriva - el peso de una vida que creemos vacía

"El ánimo gosozo hace florida la vida; el espíritu triste marchita los sucesos."
Salomón - rey de Israel hijo de David (1000-931 a.C.)

Todos en algún momento de la vida sentimos que nos falta algo y no sabemos bien que es?, aunque algunas veces si lo sabemos, la muerte de un ser querido y cercano, el alejamiento de los hijos que han crecido, el concluir una etapa de trabajo, y sin duda, todas esas situaciones implican cambios importantes en nuestras estructuras, un duelo, un período de aceptación que debemos transitar, en otros momentos, son sólo ese sentirnos sólos, disconformes y faltos de algo que quisiéramos y no tenemos o sabemos que es difícil acceder.

Sin embargo hay momentos en que ese vacío no responde a algo concreto, sólo sabemos que estamos mal, y no encontramos causas, tratamos de llenar esos huecos comprando, persiguiendo cumpulsivamente formas de ‘hacer dinero’, creyendo que cuando lo logremos vamos a poder solucionar esa incómoda situación de la que estamos presos, sin caer en la cuenta que no se trata de llenar vacíos sino de crear espacios donde ser y sentirnos bien.



Nos concentramos en pensar egoístamente sólo en nosotros, viendo con una mirada miope, sin ver alrededor y creemos que la vida es una suerte de crucigrama en el que debemos rellenar los huecos con las palabras que en ese lugar encajan, haciendo un camino equivocado hacia algo que seguirá sin conformarnos y dejándonos tan vacíos como al empezar, porque no son cosas materiales las que nos ayudarán a sentirnos bien y completos.

Sentirnos insatisfechos, creer que la vida no tiene sentido, ver sólo lo negativo en cada situación es una incómoda emoción que nos angustia, nos quita toda esperanza, perdemos el gusto por las cosas simples, nada nos causa expectativa, y caemos en el error de creer que si llenamos las horas de manera equivocada cayendo en excesos de cualquier clase, -comida en exceso, vicios perjudiciales, relaciones inadecuadas- en poco tiempo nos deprimiremos al darnos cuenta que todo sigue igual o peor aún.

Miremos alrededor, no permitamos que la sensación de estar a la deriva se asiente en nosotros, miremos también -y más importante aún- adentro nuestro, allí está todo lo que necesitamos, sólo es cuestión de detenernos en nosotros, reconocer lo que tenemos y buscar el porqué de vivir aquí y ahora, encontrándonos nuevamente con la ilusión de hacer y ser como cuando fuimos niños.

imagen: via Pinterest

"Que triste es escuchar a alguien que no se escucha a si mismo."
Noël Peirce Coward - actor, dramaturgo y compositor inglés (1899-1973)

martes, 6 de octubre de 2015

Alegría o tristeza - ... como y que mirar

"El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente; sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro; y examinándote de la asignatura fundamental: el amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida."
Walt Whitman - poeta estadounidense (1819-1892)

El afán de conseguir aquello que nos proponemos -que en ocasiones resulta diferente a como deseamos-, en lo que volcamos nuestras energías y los sucesos en éste nuestro mundo que nos aturden, muchas veces provocando asombro, incredulidad, estupor ante la crueldad de unos o la indiferencia de otros, cambian nuestro estado de ánimo y sentimos que el pesimismo y la tristeza nos ganan la partida. 

Aprender a lidiar con lo negativo y no dejarnos influenciar -que no es igual a ser indiferente-, requiere de nuestra voluntad para enfocarnos en lo que nos rodea, tratando de encontrar solución a las situaciones cercanas en las que podamos intervenir, colaborar, influir, aceptando que los momentos difíciles que atraviesa la humanidad, alejados de nuestro alcance, más allá del dolor que nos pueda ocasionar y alguna ayuda que podamos aportar apoyando o difundiendo, poco más estará a nuestro alcance hacer.


Esas situaciones sobre las que no tenemos control, nos angustian y manejar la angustia, está ligado a saber reconocer todo lo que nos porporciona felicidad, apreciando lo que tenemos, vivir en un lugar del mundo donde la naturaleza es benévola, contar con un entorno cercano amigable, tener la posibilidad de ver crecer a los niños de nuestra familia, querer y ser queridos, poder en una tarde cualquiera sentir el calor del sol en nuestra cara, y tanta otras cosas que por ser cotidianas pasamos por alto sin darles el valor adecuado.

En todo hay luces y sombras, permitir que lo adverso nos haga perder la felicidad parece una tonta actitud, tomemos la decisión de revertirlo, todos necesitamos de la alegría y la felicidad, encontrar las prioridades en nuestra vida, mirar con nuevos ojos, aprovechar la oportunidad que cada día trae, es un compromiso con nosotros mismos y únicamente nuestra responsabilidad.

"El camino voluntario y soberano hacia la alegría, si perdemos la alegría, consiste en proceder con alegría, actuar y hablar con alegría, como si esa alegría estuviera ya con nosotros."
William James Sidis-  niño prodigio y adulto con habilidades matemáticas excepcionales y conocimiento de gran cantidad de lenguas (1898-1944)