"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

domingo, 1 de noviembre de 2015

Elegir - ... opción, selección, decisión

“La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.”
Carl Gustav Jung - médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo (1875-1961)

El escritor inglés Joseph Rudyard Kipling (1865-1936), nació en la India, vivió en Inglaterra y también por dilatados períodos en Norteamérica. Luego de muchos años de residencia en la India, donde inició su carrera de escritor como periodista y cuentista, regresó a Inglaterra, donde sintió siempre la desazón de quien ha sido inmigrante por largo tiempo. Su prosa y su poesía se convirtieron enseguida en el símbolo por excelencia de la literatura inglesa.

Controvertida figura de su época por su defensa del imperialismo inglés, basado en una supuesta hegemonía del hombre blanco sobre el de color, no obstante es autor de numerosos relatos, de indudable valor literario, habiendo recibido en 1907 el premio Nobel de Literatura. ‘Elegí la vida’ es uno de sus poemas.

No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.


No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.


 No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.


No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.


No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.


No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.


Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.


Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.


No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.

… …

La vida trae a nosotros  circunstancias adversas y favorables que no elegimos. Y como tal debemos aceptarlas, pero si podemos elegir de que manera vivirlas, ¿con angustia o con tranquilidad?, ¿con miedo o con confianza? , y es indudable que este poema es una inyección de estimulante optimismo, para que nos aferremos a la esperanza y sostengamos los sueños que nos permitan vivir con valentía y cuando llegue el momento –como dice el poeta-, ‘morir viviendo’.

Imagen : Anka Zhuravleva

“Y llegó el día en que el riesgo de quedarse encerrada en un capullo fue más doloroso que el riesgo de florecer.”
Anaïs Nin Culmell -  escritora estadounidense (1903-1977)
 

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