Ludwig Van Beethoven – compositor, director de orquesta y pianista alemán (1770-1827)
A medida que los chicos
crecen en edad van mostrando sus predilecciones por las cosas que les gustaría
realizar al ser mayores, una inclinación natural que cada uno tiene, en la que se suman lo genético, la influencia del entorno, lo aprendido en la vida
familiar y los estímulos que la sociedad y el mundo proporcionan.
No
todos van a contar con las mismas oportunidades de concretar sus sueños, la
vida va presentando diversas situaciones, algunas felices que nutrirán el alma
y la mente, otras que enfrentarán a fracasos y frustraciones, pero unas y otras
igualmente serán parte del camino a recorrer, para alcanzar los objetivos
deseados, las primeras serán el aire fresco y renovador, el aliento necesario,
las segundas el acicate para demostrarse a si mismos que siempre se puede
cuando se es capaz de perseverar a pesar de las dificultades.
Sin
duda el motivo de los desvelos será el foco en que mantener la atención, sin
motivo no habría razón para el esfuerzo y ese propósito ha de ser fuerte, tanto
como para lograr atrapar la atención aún en los momentos en que el cansancio,
la soledad en nuestros ideales, la insatisfacción, las injusticias, las
dificultades económicas o el desánimo hagan perder el entusiasmo.
Y
no sólo el estado de ánimo influirá, también la espera prolongada, el esfuerzo
continuo sin ver frutos, el paso del tiempo que se vuelve interminable, conspirarán
en ese camino que podemos recorrer en cualquier etapa de la vida sin importar
la edad, los jóvenes en los comienzos, cuando están decidiendo su futuro, los
adultos cuando nos proponemos desafíos y en cualquier caso tal vez lo esencial
más allá de los propósitos sea el perseverar en ellos.
Muchas
veces comenzaremos a andar nuestros propósitos con mucha ilusión, sin embargo
si no somos consecuentes y perseverantes nos quedaremos a mitad de camino y
nuestros sueños no pasarán de ser proyectos sin concluir, en ocasiones la
urgencia con que pretendemos concretar lo que queremos será lo que conspirará
para que no llegue a ser así.
Cuando
queremos algo y estamos seguros de nuestro objetivo, debemos trabajar para ello
sin decaer, con paciencia y perseverancia, seguros que llegará el momento en
que será una realidad en nuestra vida, en ese momento nos sentiremos
satisfechos de haberlo logrado y tendremos el mejor premio que es mucho más que
el éxito, es haber perseverado construyendo nuestro carácter a pesar de las propias flaquezas.
Miguel de Unamuno - escritor y
filósofo español (1864-1936)
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