Anatole France – Anatole François Thibault¸escritor francés Nobel de Literatura en 1921 (1844-1924)
Serendipia
una palabra con una sonoridad especial, que muchos quizás no conozcan, poco
utilizada y que sin embargo está presente en diferentes circunstancias de la
vida sin que nos demos cuenta.
Pero
que es ‘serendipia’?, … una palabra proveniente del inglés ‘serendepity’, que
en los últimos tiempos se ha ido poniendo de moda, su significado indica que Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se
produce cuando se está buscando otra cosa distinta, algo que se encuentra por
casualidad o coincidencia.
El término surge a partir de un cuento tradicional persa llamado «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip —antiguo nombre persa de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka— solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades.
La
serendipia conjuga lo impensado, aleatorio, con lo sorprendente y espontáneo.
Es dejarse llevar por las casualidades –que no son tales-, con mente abierta y
mirada dispuesta, es estar dispuesto a dejarse sorprender por aquello que no
planificamos pero que allí está, es la habilidad de ser receptivo, y tener la
capacidad de dejarse llevar, es aprender de la diversidad, es perspicacia,
sagacidad, es reconocer lo nuevo cuando no lo teníamos previsto ni era lo que
buscábamos, es salirnos del pensamiento lógico y de la creencia arrogante de que
nadie nos puede enseñar nada nuevo, es estar predispuestos a la curiosidad.
Es
ser flexible, aceptando lo impredecible y dando paso a la creatividad, así
Colón descubrió nuestra América, como Fleming encontró la penicilina, Daguerré
logró las primeras fotografías nítidas, o
el ingeniero George de Mestral cepillando a su perro para quitarle los cardos
que se le enredaban en el pelo ideó el velcro.
Serendipia,
una palabra mágica, … que no lo es, la magia está en saber ver esos descubrimientos
fortuitos, inesperados, esas situaciones no pensadas ni planificadas y que sin
embargo nos llevan al encuentro de cosas sorprendentes, es intuir, fluir, es aceptar los cambios, es tener una permanente
curiosidad y una actitud dispuesta a innovar.
“En el campo de la
observación, el azar sólo favorece a la mente preparada”
Louis Pasteur – químico
francés (1822-1895)
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