"El fuego prueba el oro; la miseria los hombres fuertes."
Lucio Anneo Séneca - filósofo, político, orador y escritor romano (4 AC-65DC)
Hay realidades que se dan en distintas partes de éste nuestro mundo, pero que a veces se nos olvidan, se nos pierden de vista, que dejamos -en lo cotidiano-, relegadas en nuestra mente, por no verlas a diario delante de nuestros ojos.
Realidades que nos muestran en forma cruda y descarnada situaciones que agreden y violentan a los más vulnerables y que aunque existen voces y manos que se alzan buscando un cambio, éstas son insuficientes; formas de vida en las que los niños hacen tareas que no corresponden a su edad, y donde las oportunidades simplemente "no existen".
Mano de obra
Mohammed Ashraf no va a la escuela.
Desde que sale el sol hasta que asoma la luna, él corta, recorta, perfora, arma y cose pelotas de fútbol, que salen rodando de la aldea paquistaní de Umar Kot hacia los estadios del mundo.
Mohammed tiene once años. Hace esto desde los cinco.
Si supiera leer, y leer en inglés, podría entender la inscripción que él pega en cada una de sus obras: Esta pelota no ha sido fabricada por niños.
Eduardo Galeano - Bocas del tiempo.
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Como siempre Eduardo Galeano nos "cuenta" en una forma breve sobre las penurias y miserias que por allí andan, y nos deja para pensar, cuanto hay aún para reformar en ésta tierra.
Miseria de nuestro tiempo, donde priman los grandes intereses, donde corremos y nos enfrentamos por nimiedades sin importancia, donde no recordamos que en otros lugares hay niños sin infancia, ni posibilidades de enseñanza alguna, que sólo sobreviven en esta desigual carrera de la vida.
"La realidad y la miseria me oprimen, y, sin embargo, sueño todavía."
Emile Zola - escritor francés (1840-1902)
Enfrentarnos a esa realidad nos hace sentirnos impotentes,pero no debemos pararnos ahí,toda ayuda es necesaria,seamos como el pajarito que viendo arder el bosque,llevaba gotitas en su piquito intentando apagarlo y por mas que le decían que eso era poco el no desistía. Un abrazo.Isabel
ResponderBorrarTienes razón Isabel, no hay que desanimarse, muchas pequeñas ayudas sumadas hacen una gran colaboración, ... pero que triste realidad aún hoy en este siglo XXI.
ResponderBorrarBreve e impactante como todo lo de Galeano. La denuncia social que conmueve.
ResponderBorrarComo siempre
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