Molière; Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière - dramaturgo, humorista y actor francés (1622-1673)
La belleza, es esa propiedad de las cosas totalmente
subjetiva, que hace a la apreciación que de las mismas hacemos y que da placer
al verla, tocarla, leerla, o escucharla, que se manifiesta en cualquier cosa
que podamos “disfrutar”, la escultura, la música, la pintura, la lectura de un
poema inspirado.
Tambien
la belleza se refiere al aspecto físico de los humanos, ese aspecto que podemos
ver en un espejo donde se reflejan todos nuestros rasgos, y el mundo en que
vivimos aprecia y da especial importancia a ello.
Hay algo más importante que lo exterior y que se refleja en el semblante, en la expresión del rostro que revela lo que sucede en el interior de la persona y que se puede ver en su cara.
El semblante es la manifestación del corazón, baste a modo de
ejemplo pensar como cambia nuestra expresión, según estemos alegres, tristes,
preocupados o enojados.
La belleza interior inicialmente es más difícil de reconocer,
tiene que ver con la forma de actuar, la personalidad, una mente positiva, un
alma limpia libre de egoísmos, pero luego que conocemos a una persona, con el
trato nos damos cuenta como realmente es por sus actitudes.
Vivimos en una sociedad que vive de las apariencias, pero
debemos saber encontrar la manera de valorarnos y querernos a nosotros mismos. Si nos cuidamos por dentro, cuidamos
nuestros hábitos, sanamos nuestras emociones, y nuestra relación con los demás,
si alimentamos pensamientos positivos, seguramente nos vamos a dar cuenta que nos
sentimos mejor y pensaremos que somos bellos, irrepetibles y únicos que es lo que en realidad somos.
Porque esa belleza es la que importa, no caduca con la edad, es nuestra esencia.
"La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma."
George Sand; seudónimo de Amandine Aurore Lucile Dupin - escritora francesa (1804-1876)
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