"El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia."
Ricardo León y Román - novelista y poeta español (1877-1943)
Ante la velocidad del cambio constante en éste mundo moderno, la
multiplicidad de estímulos que recibimos, los avances tecnológicos que ofrecen
y facilitan respuestas sin exigir dedicación alguna de nuestra parte, nos
inmovilizan llevándonos al principio del menor esfuerzo físico y mental.
La
anhedonia es el mal del siglo XXI, tal el poco usual término proveniente del
griego, que señala la pérdida de
interés en casi todas las actividades, la incapacidad para experimentar placer,
la falta de reacción a los estímulos habitualmente placenteros, siendo uno de
los síntomas más claros de la depresión, aunque puede aparecer en otros
trastornos.
El
médico cardiólogo argentino contemporáneo, Dr. Daniel Flichtentrei, director
del portal Intramed, y autor del blog 'La verdad y otras mentiras', ha escrito sobre el tema referido al ambiente médico y la
falta de entusiasmo de sus estudiantes, sin embargo creo que es un problema que
nos abarca a la sociedad toda, y transcribo aquí un breve fragmento de la
llamada ‘La era de la anhedonia’.
“Vivimos una época de
pérdida del entusiasmo, ya casi no queda nada que nos encienda. Las recompensas
están devaluadas y las pasiones se han licuado en su propia e inmediata
satisfacción. Estamos atravesando un período refractario donde los estímulos se
han hecho inútiles por exceso. El único premio que todavía funciona es el
dinero, pero su capacidad para ‘comprar’ nuestra voluntad es cada vez menor.
Mientras no seamos
capaces de aprender y enseñar que hay objetivos que justifican el esfuerzo no
podremos salir de ésta loca carrera cuya meta se nos ha desdibujado en un
horizonte borroso e indefinido. Estamos atrapados en el mismo lugar con los
pies corriendo a varios centímetros del piso. Sobreestimulados por quienes
compiten por capturar nuestra atención y por oscurecer nuestro
entendimiento.Nos han adiestrado para no tolerar la falta de estímulos, para
sentirnos vacíos sin ese constante bombardeo. Al tiempo para la reflexión y la
contemplación hoy se lo llama aburrimiento. Es una desgracia.
Los
proyectos se agotan en la pura planificación. Hacer, implementar, tomar
acciones, guiados por ellos se ha convertido en un paso imposible de dar. Las
propuestas están para ser enunciadas ya no para ser concretadas. Los sueños para
ser soñados y no para ser convertidos en realidad. Sentimos el vértigo
virtualizado de la velocidad sin movernos. La abulia es consecuencia de la
anhedonia. No estamos quietos sino paralizados. No es que no sepamos a donde ir,
sino que no encontramos los motivos para hacerlo.”
…
…
Salir de la apatía, del 'dejarse estar' es un desafío que debemos aceptar comenzando por hacer conciencia de lo que nos sucede, quizá el mayor de esos desafíos esté en incentivar a la juventud, que 'distraída en los avances tecnológicos vive abstraída de lo importante -sin negarnos a la tecnología y sin generalizar en todos los jóvenes-, descuidando incluso su formación académica en los niveles intermedios, prestando más atención al celular que tienen en su mano que a lo que el docente trata de transmitirles, sin encontrar el tema que los motive, pero todo puede ser modificado, ¿de quien depende lograr ese cambio? seguramente de todos y hay que tomar el compromiso, porque vivir sin entusiasmo, sin involucramiento y sin pasión, no es vivir.
"El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad."
Fernando Savater - filósofo, intelectual y novelista español contemporáneo
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