"El oído del indiscreto hablador, es una criba que se vacía por su boca."
Plutarco - historiador, biógrafo y ensayista griego (45-120 d.C.)
Cuántas veces se habla
sin reparar si lo que se dice vale la pena que sea repetido, si puede lesionar
la sensibilidad de alguien, ni siquiera estando seguros de que sea cierto,
haciéndolo sin pensar, por la única razón de que hablar o no hacerlo depende de
que primero se piense y luego se hable si realmente es algo de valor que
merezca ser comentado y no sólo de manera malintencionada y destructiva.
Los cuentos son una
forma idónea utilizada para trasmitir enseñanzas, hoy les dejo, 'Las tres rejas', un viejo relato de autor desconocido, para reflexionar.
El joven discípulo del filósofo sabio llega a su casa y le dice:
- Maestro, un amigo estuvo hablando de tí con malevolencia ...
- Espera! lo interrumpe el filósofo - ¿Has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas? - pregunta su discípulo
- Si. La primera es la verdad. Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No maestro. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
- No maestro, en realidad, no. Al contrario ...
- Ah, bien ... La última reja es la necesidad. ¿ es realmente necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
.Entonces dijo el sabio sonriendo -si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
... ...
Breve, conciso, claro, una enseñanza para recordar. Decir por decir, no es sinónimo de ser más sincero, más honesto o mejor persona. De nada sirve arrepentirse después de haber hablado de manera irresponsable.
"Bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras."
George Eliot - seudónimo de la escritora británica Mary Anne Evans (1819-1880)
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