Henry F. Amiel - Escritor suizo (1821-1881)
Un
delicioso texto sobre la belleza femenina escrito por Mario Vargas Llosa.
Mucho
todavía tenemos que avanzar en la equiparación de roles de hombres y mujeres en
la sociedad, que palabras como discriminación deberían estar ya superadas, que
no será posible conseguir la armonía y la convivencia mientras haya injusticias
hacia el otro y que tenemos que trabajar por la realización personal y por una
felicidad compartida.
“Todas las flores del desierto están cerca de la luz. Todas las mujeres
bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y
minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas
perfectas, sin tacones de vértigo. Las mujeres más bellas esperan el autobús de
mi barrio, o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les
gusta y los labios de carmín de chino.
Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos,
que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo
del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos
pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento. Las bellezas reales son
las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan
en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los
perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las
que huelen a mora y a caramelos de regaliz.
Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y
esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los
chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.
Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las
sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda. Salen
en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a
los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.
Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices.
Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que
amamos. Sólo hay que saber mirar mas allá del tipazo, de los ojazos, de las
piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del
tiempo, enemigo de la forma y enemigo del alma. Vértigo de divas y llanto de
princesas.
La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad.”
Vemos lo rápido que pasa el tiempo.
Cada día más deprisa y muchas veces no nos paramos a pensar si, estamos
haciendo con nuestro tiempo lo que realmente queremos. El tiempo nunca se
detiene. ¿Alguna vez pensaste por qué no hice algo? ¿Por qué no aproveché esa
oportunidad?
Hay que encarar la vida y disfrutarla plenamente. No sirve
arrepentirse... de los errores se aprende. Sería bueno aunque suene raro hacer
una lista de las cosas que quisiéramos hacer antes de terminar nuestros días, pero
sobre todo, ríe. Ríete lo más que puedas hasta que llores de la risa. No hay
mejor sensación que soltar una carcajada al viento.
Lo mejor de las flores del desierto no
se ve, se siente.
Mario Vargas Llosa dijo que “la
verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad”, esas marcas que denotan el paso del tiempo y tambien de haber vivido plenamente, por eso cada noche
antes de dormir deberíamos preguntarnos: ¿Qué me ha hecho sonreír hoy?
"La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica."
Jorge Luis Borges - Escritor argentino (1899-1986).
Jorge Luis Borges - Escritor argentino (1899-1986).
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