"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 23 de septiembre de 2013

Los grandes desconocidos... deportes que no son fútbol, … y otras cosas.

** Recopilación de notas y reflexiones sobre el tema, de diferentes autores y referidas a distintos paises donde se da igual fenómeno.
  
Sí, desconocidos, olvidados y no valorados. Hablo de los deportes que existen a parte del dichoso fútbol. No entiendo, cómo puede valorarse y dar tanta importancia a un deporte e ignorar a otros que conllevan igual de esfuerzo y sacrificio. Hay tantos deportes que la gente desconoce y todo porque no mueven el dinero que mueve el fútbol, porque no es lo que llaman " deporte de masas "
Triste es decirlo, del básquet poco se habla, agonizan el ciclismo, el atletismo y el boxeo. De los demás deportes ni hablar porque su suerte es aún más negra: están condenados a un silencio casi absoluto.

Se pueden enumerar múltiples causas pero para quienes cubren el deporte: hoy no hay espacio sino para el fútbol, para un fútbol y unos campeonatos mediocres que lo acaparan todo porque son los únicos que dan billetes. Revisen cualquier página deportiva de un diario y encontrarán que el 95 por ciento sólo habla de balones, escuchen la radio y, con contadísimas y honrosas excepciones, encontrarán que no hay más que fútbol, y no hablemos de la televisión que impúdicamente dedica el 99 por ciento de su espacio a contarnos domingo, lunes y martes de pésimos partidos, a pasarnos más de veinte veces cada gol, a mostrarnos a los protagonistas que siempre dicen que “el triunfo se debió al trabajo y a la humildad o que por la derrota hay que trabajar más”, mientras que miércoles, jueves, viernes y sábado nos meten por todos lados los “interesantísimos” juegos del siguiente fin de semana. Y si queda un espacio está el fútbol internacional al que se le da tanta importancia que ha conseguido en nuestro territorio hinchada propia.
Hablar o escribir de deportes es hacerlo sobre FUTBOl.

Pero aún hay que hacer una reflexión más: ¿el fútbol se merece la importancia que le damos?

El fútbol está sobrevalorado, e impresiona ver la importancia exagerada que tiene en nuestra sociedad. Vivimos en un mundo donde los futbolistas se convierten en héroes y la gente se pelea en los estadios por defender a un equipo.

Los deportes que dan medallas en los certámenes de tipo olímpico son en su gran mayoría los que están arrinconados en el cuarto de atrás así que una buena parte de nuestros jóvenes tienen que luchar hasta con las uñas para poder entrenarse y competir. Si no fuera por el coraje y la persistencia de estos deportistas, y por el sacrificio de sus familias, muchas de esas disciplinas se morirían porque el apoyo que les da el Estado apenas alcanza para lo más urgente y en ocasiones no existe.

Buena parte de nuestro subdesarrollo deportivo se debe a esa visión miope de los periodistas deportivos que dejan a un lado unas disciplinas olvidando  a tantos deportistas, pesistas, nadadores, luchadores, gimnastas etc., que luchan en la sombra contra todo y contra todos sin que siquiera tengan el estímulo de una breve nota

El fútbol interesa a todos, -los chicos muchas veces aprenden a patear una pelota antes que a caminar-, y por ello nadie va a pedir que lo borren de la pantalla, pero no hay que olvidar que hay deportes igualmente emotivos, muchos de ellos apasionantes, que despiertan el interés de las gentes y que les han dado títulos, medallas y alegrías que merecen un mejor trato del periodismo quienes hoy tienen esa honrosa obligación de informar.  Si ofrecieran parte de ese espacio a otras disciplinas darian un empujón importante al deporte nacional.

Se puede pensar en el fútbol como un juego, en la Sudáfrica del apartheid el fútbol era un deporte mayoritariamente negro, mientras que el rugby era el deporte de los blancos. Los presos usaban el fútbol como herramienta política, jugar al fútbol era muy importante para los presos, no solo porque era una forma de entretenerse, de olvidar por unos minutos la cárcel sino también porque representaba una reafirmación de su raza.

Se puede entender el interés de tantos por este deporte, y en algunos momentos, incluso compartirlo, pero es absurdo reducir LA VIDA a participar de la previa a un partido de futbol, verlo, comentarlo y seguir luego únicamente con ese tema durante todos los días como centro y motivo principal. Triste pobreza la de esa VIDA  

Como resumen vale repetir lo dicho al comienzo “No entiendo, cómo puede valorarse y dar tanta importancia a un deporte”, dejando de lado además –y en primer lugar- otras cosas importantes que hacen a la vida misma de las personas y que en una escala de valores deberían ser preponderantes.

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