"Si ser distinto es un crimen, yo mismo me colocaré las cadenas"
Oscar Wilde - dramaturgo y poeta irlandés (1854-1900)
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“Los seres humanos somos todos distintos”.
Oscar Wilde - dramaturgo y poeta irlandés (1854-1900)
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“Los seres humanos somos todos distintos”.
Esas
diferencias, deberían ser consideradas como fuentes de progreso para la
humanidad, haciendo más rica y provechosa la convivencia entre hombres y
mujeres.
Sin embargo, la realidad es muy diferente por
una sencilla razón, el ser humano tiende a detestar a los que no son
iguales a él. De ahí surge la intolerancia como problemática endémica.
El
primer síntoma de la intolerancia es la falta de respeto. La
consecuencia más inmediata de la intolerancia es la indiferencia, la
falta de solidaridad y la discriminación dirigida hacia todos aquellos,
grupos o personas, que por el simple hecho de no compartir nuestras
propias ideas, de que actúen o piensen de forma diferente a nosotros
sean repudiados e incluso agredidos, física o verbalmente, en los casos
más extremos.
El fenómeno de la intolerancia tiene múltiples manifestaciones aunque siempre un mismo denominador común: "la elevación del «yo absoluto»
como valor supremo de la propia identidad, personal o colectiva, de los
propios intolerantes, dirigida contra otras etnias, contra la
orientación sexual, contra las tendencias políticas, preferencias
deportivas o contra las creencias religiosas de sus oponentes a los
cuales despoja de todo derecho universal al considerarlos diferentes a
él".
Una sociedad debe edificarse sobre la idea de
tolerancia para contribuir a la humanización, para lograr que todos los
hombres y mujeres puedan ser verdaderamente humanos, libres y capaces
de decidir por sí mismos.
Tolerar supone, ante todo,
apreciar la naturaleza del diálogo y de la comunicación como intercambio
entre seres racionales que descubren la verdad conjuntamente, y no de
manera aislada, asumiendo el principio del respeto a lo diferente, al
que piensa de otra manera o al que profesa un credo distinto, frente a
todo tipo de fanatismo y de autoritarismo.
La
intolerancia no es un fenómeno genético, no se nace intolerante o
tolerante, sino que estos comportamientos son aprendidos socialmente
mediando instrucción explícita o a través de experiencias vividas. Es,
entonces un producto de la socialización del individuo.
La violencia es el resultado más inmediato y palpable de la intolerancia.
La
educación es una de las armas más poderosas contra la intolerancia,
debemos dejar de ser hipócritas y que toda la sociedad reconozca que es
intolerante ya que este es el primer paso para erradicar la
intolerancia. La igualdad de oportunidades y la necesaria empatía para
alcanzar esta meta.
Sin tolerancia, se
corrompen las relaciones en la sociedad, se produce un estancamiento
del pensamiento , se castran las potencialidades de creatividad de los
individuos, y en definitiva no hay progreso.
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Un problema actual cada vez más generalizado frente al cual las personas no se involucran.
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Fuente: adaptación de varias publicaciones -
http://blogs.periodistadigital.com/carlosblanco.php/2009/02/27/p220817
http://suite101.net/article/la-intolerancia-mal-endemico-de-nuestra-sociedad-a43139#ixzz2FFOf1Dc7
http://html.rincondelvago.com/intolerancia.html
Cada vez vemos con más frecuencia ejemplos de que la sociedad cada vez se crispa más. Y la intolerancia, la falta de respeto son cada vez peores.
ResponderBorrarSi las actitudes no cambian no habrá solución.
Gracias por tu interés y por comentar.
Borrargracias te amo bye
ResponderBorrarHola
ResponderBorrarhola, tus argumentos me servirán para explicar el concepto de intolerancia a mis jóvenes estudiantes
ResponderBorrarmuchas gracias.