“No es la cantidad de tiempo que
pasas en un lugar el que lo hace memorable; es la forma en la que pasas el
tiempo.”
David Brenner – comediante, actor y autor
estadounidense (1936-2014)
La vida impone el ritmo, nos obliga,
vamos apurados, nos comprometemos y exigimos perdiendo de vista que cuando así
lo hacemos en realidad no respetamos nuestro espacio ni nuestros tiempos, peor
aún, estamos tan ocupados que no nos damos cuenta. Muchas veces creamos
realidades, imaginamos lo que nos gustaría comer, oler, o el lugar donde
quisiéramos estar, pero eso no es vivir, y llega un momento en que necesitamos
detenernos para hacer realidad nuestras propias vivencias, dando espacio a la
extraordinaria sensación de sentirnos dueños de hacer o no hacer, de caminar
libremente, observar a nuestro alrededor, escuchar el silencio, recuperar
recuerdos, compartir afectos, saboreando desde la realidad cada paso que damos.
No hay mejor manera de hacerlo que
decidiendo, un dia cualquiera, que ese es el momento, que no hay que dejar
pasar la oportunidad, que el mundo y la vida sólo son como nosotros hacemos que
sean, y que la única forma es ‘ser’, sin posponer para más tarde o para mañana
lo que hace bastante que debimos hacer, y cuando lo logramos respiramos mejor,
sonreímos con facilidad, disfrutamos de lo que nos rodea sintiéndonos presentes
en nuestra propia realidad, la que deseamos, la que necesitamos, la que
proyectamos.
La cotidianidad nos somete a
situaciones diferentes, algunas incómodas, otras dolorosas, y con las
experiencias vividas nosotros vamos cambiando, por eso hacer ese parate es
bueno y necesario, es darnos la posibilidad de conocernos, de resolver
conflictos, de conectarnos con el ahora, de hacer conscientes las necesidades
que tenemos, de ver con una mirada diferente aquello que nuestro cerebro se
niega a aceptar, de restaurar ilusiones y esperanzas que nos den felicidad, de construir
futuro en el que podamos materializar los sueños, de recuperar energía para
conseguirlo, de descansar el cuerpo y despejar la mente, paladeando la
experiencia, siendo protagonistas.
Eso hicimos nosotras en éstos
últimos días, sin preparación, grandes anuncios ni viajes largos, como dice el
escritor Paulo Coelho ‘Manténganse locos
pero comportándose como personas normales. Corran el riesgo de ser diferentes,
pero aprendan a hacerlo sin llamar la atención.’, sólo nos ausentamos de
nuestras rutinas y casi hasta de nosotras mismas, el tiempo suficiente para oxigenarnos disfrutando el hacerlo,
retornando con el ánimo liviano, dispuesto a seguir construyendo y caminando la
realidad.
Imagen: Samy Charnine
“La alegría es lo que nos ocurre
cuando nos permitimos a nosotros mismos reconocer lo buenas que son las cosas.”
Marianne Williamson – maestro espiritual,
autor y conferencista estadounidense contemporánea
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