"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 8 de febrero de 2017

'Pero' y 'ojalá' - palabras para pensar

“Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos.”
Henri Poincaré – matemático francés (1854-1912)

Hay dos palabras de uso común en nuestro idioma, a las que no prestamos demasiada atención, que no destacan por sonoridad a las que no damos importancia, las utilizamos cuando conversamos con otras personas, también cuando hablamos con nosotros mismos. que sin embargo pueden llegar a condicionar nuestra vida, reforzando una vez más el concepto de que las palabras tienen fuerza y poder, ellas son ‘pero’ y ‘ojalá’.

Desde el punto de vista de la lengua, del latín recibimos el ‘pero’, es una conjunción que sirve de nexo entre palabras para confrontar un concepto o ampliarlo, si lo usamos como sustantivo es sinónimo de objeción o defecto; ‘ojalá‘ que nos llega desde su origen en la lengua árabe, por su parte es un adverbio utilizado generalmente a modo de interjección para expresar un deseo profundo de que algo suceda, pero que implícitamente está en un modo condicional, de modo que podría concretarse o no.




Muchas veces somos capaces de entusiasmarnos con ideas, somos capaces de hacer proyectos, somos capaces de involucrarnos y sin embargo llegamos a un punto en que por algún motivo encontramos algo que nos detiene, ese ‘pero’, que nos roba el entusiasmo, al que no encontramos salida, que nos frena hechando por tierra cualquier sueño.

Así lo dice el escritor argentino EduardoSacheri, “El ‘pero' es la palabra más puta que conozco. ¿Te quiero, 'pero', …’; ‘podría ser ‘pero', …’; ‘no es grave, 'pero', …’. ¿Se da cuenta?. Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido, pero no es.”

Asimismo tantas veces deseamos profundamente algo para alguien más o para nosotros mismos y lo manifestamos con ese ‘ojalá’, expresando lo que deseamos que hubiera sucedido en el pasado o de una manera hipotética para el futuro, por lo que toda la fuerza que podemos poner en el deseo se diluye en sólo una expresión del mismo deseo,  que escapa a lo que podemos hacer por nuestra sola voluntad, decisión o empeño.

O como dice el escritor John Grishan, “Es asombroso como crecen las mentiras. Uno empieza con una pequeña mentira que parece fácil de ocultar, pero de pronto se encuentra acorralado y cuenta otra. Luego otra. Al principio la gente le cree a uno, reacciona de acuerdo con las mentiras, y a uno se le ocurre que 'ojalá' hubiera contado la verdad.”

Podríamos pensar que son sólo formas de decir, expresiones idiomáticas, sin embargo son mucho más que eso, sin darnos cuenta nos condicionan, en un caso cercena nuestras posibilidades poniendo inconvenientes, levantando vallas, en el segundo nos da una idea falsa de lo que queremos pero sin involucramiento real de clase alguna, lo que nos conduce a un deseo pasivo que espera ver llegar un resultado sólo confiando.

Tal vez para reflexionar y pensar antes de hablar.

“Las palabras son como monedas, que una vale por muchas,  como muchas no valen por una.”
Francisco de Quevedo – escritor español  (1580- 1645) 

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