"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 26 de enero de 2016

Los años - cuando cada segundo vale la alegría

“En la vejez no hay lugar para cobardes.”
Henry Louis Mencken - periodista, editor y crítico social estadounidense (1880-1956)

Así como cuando somos niños queremos ser mayores, deslumbrados por lo que vemos hacen los adultos que nos rodean, y cuando jóvenes  impulsados por el natural afán de ser dueños de nuestras decisiones en ese querer sentirnos independientes, cuando llegamos al otro extremo de la vida, sintiéndonos mayores, cuando en ocasiones los años -cronológicamente hablando-, y el resultado de lo vivido nos hacen notar el desgaste producido por el paso de esos años, hace difícil que nos encontremos cómodos como en la juventud y lo aceptemos de buen grado.

Habrá quienes caerán en la depresión de verse avejentados físicamente y les costará aceptarlo, habrá también quienes apelando a la coquetería tratarán de evitar pensar en la edad y jamás sabremos los años que llevan porque no lo dirán, y encontraremos las excepciones que asumirán con alegría el momento presente aceptando con orgullo haber llegado y sobre todo haber vivido lo que los años le han permitido con el consiguiente bagaje de experiencia acumulada.

Muchos textos circulan en la web sobre el tema, yo elegí el que aquí les dejo del que desconozco el autor.




¿A qué edad he llegado?...
Mis pensamientos vuelan y respondo …


La edad en que se olvidan los rencores.
La edad en que se perdonan los errores.
La edad en que lo más mínimo tiene importancia y en que lo que más importa pasa y puede esperar un poco.
La edad propia para amar con las ansias guardadas.
La edad de perdonar y pedir que me perdonen.
La edad en que veo a mis hijos crecer y hacer su vida.
La edad en que las lágrimas afloran dulcemente y rápidamente por mis mejillas.
La edad en que la sonrisa brota de mis labios a la menor indicación de la dulzura.
La edad, "amigos" en que esta palabra resuena con alegría en mis oidos.
La edad en que amo, y permito que me amen.
La edad en que todo pasa y deja huella.
La edad de los recuerdos y los olvidos
La edad en que cada segundo vale la alegría
La edad que nunca voy a olvidar
… …

Hombres y mujeres tal vez con diferentes percepciones, recorren iguales etapas de la vida, y aún en aquellas situaciones en que aparezcan enfermedades –mientras éstas no invaliden- no deberían impedir que aceptemos el paso de los años con la serenidad de sentirnos conformes con nosotros mismos, sin tratar de ponernos en el lugar equivocado, que cada edad tiene sus peculiaridades.

Cada etapa –según como decidamos transitarlas- podrán ser tristes, solitarias si nos aislamos, absurdas si pretendemos vivir como si fuéramos jóvenes eternos o bellos momentos si decidimos aceptar la magia de lo que nos toque vivir, la experiencia adquirida en el camino y nuestra propia esencia serán lo que nos mantengan dinámicos, lúcidos, alegres, con ilusiones, dispuestos a ser felices, que para eso estamos aquí y la vida no tiene fecha de caducidad.

Disfrutemos nuestros años hasta el final, cada etapa tendrá su encanto, habrá momentos felices y sinsabores, de nosotros depende desde que perspectiva y con que actitud queremos vivirlos.

“Envejecer no es juventud perdida, sino una nueva etapa de oportunidad y fuerza.”
Betty Friedan  - teórica y líder del movimiento feminista estadounidense en las décadas del 60-70 (1921-2006)
 

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